Un rincón mágico en el centro de Madrid
Tras una puerta rosa se esconde un salón de té y floristería lleno de encanto, el Salón des Fleurs. Su decoración, inspirada en Alicia en el País de las Maravillas y con cierto aire afrancesado y humor inglés, permite disfrutar de una experiencia acogedora mientras pruebas alguno de sus tes y su repostería casera. Todo ello, mientras contemplas la belleza y el olor de las flores que inundan el salón. Un espacio con encanto que transmite magia por cada metro cuadrado.
En Madrid, en la calle Guzmán el Bueno, número 106, nos encontramos con una puerta rosa, una fachada blanca y una gran cristalera que permite vislumbrar la magia que se produce en su interior. Antes de entrar, ya te sientes atrapado, y las flores que rodean la entrada, invitan a entrar y querer conocer mejor el establecimiento.
Una vez entras en el Salón des Fleurs, la belleza explota ante tus ojos e, inmediatamente, la sensación de comodidad y de hogar recorre todo tu cuerpo. Las sillas, las mesas, la cubertería, hasta el mostrador, todo está en perfecta sintonía para crear un ambiente del que no quieras irte nunca. También se consigue este efecto al ser un lugar pequeño, de hecho, los dueños nos confiesan que es parte de su encanto y lo que les permite poder dar un trato personalizado a sus clientes.
Desde 2014, el Salón des Fleurs ofrece productos diversos, desde detalles especiales para llevar esa magia a tu casa, hasta repostería casera y tes de marca propia que integran en su fórmula pétalos de flores y otras esencias. Aunque, el corazón, el alma del salón son las flores. Pablo, su florista, lleva dedicándose al mundo floral desde hace más de 40 años, entendiendo así, a la perfección, las diferentes demandas. Los productos florales que realizan se mueven en todas sus variantes, incluso secan flores artesanalmente en su propio taller. Los arreglos florales son parte de su esencia, creando desde pequeños jarrones o jardines verticales, hasta arreglos para grandes eventos y celebraciones como bodas.
Otro punto fuerte del salón es la repostería y, más en concreto, las tartas. Elaboradas por La Petite Cuisine, tienen ese toque casero y healthy que casa a la perfección con su aspecto apetitoso. Su tarta por excelencia, la Dreamcake, fusiona dos de sus tartas más icónicas, la carrot cake y la cheese cake, en una deliciosa propuesta que se remata con una fina capa de toffee. Entre las más demandadas también se encuentran la Wonderland Cake (Red Velvet, Vainilla y Chocolate) y la tarta de Violetas, la cual es un pequeño homenaje a los caramelos de violetas que llevaban sus abuelas en el bolso.
El Salón des Fleurs es un espacio mágico, único, del que cada día más personas se hacen eco. Gente de toda España se acerca al salón para vivir la experiencia y, no se queda aquí, recogen seguidores hasta del extranjero que quieren sorprender a sus seres queridos que viven en Madrid. Porque sí, también tienen servicio online, lo que puede hacer que cualquiera tenga un trocito del Salón des Fleurs en su hogar.
