Los muebles de Sancal, felicidad e innovación al cuadrado

Sancal es una empresa familiar que lleva desde los años 70 dedicándose a la producción y comercialización de asientos tapizados y mesas de diseño contemporáneo. Con su lema «Sonríe, rompe moldes y sé feliz! » pretende romper con lo establecido y crear un mundo más bello y alegre.

Colección Museo. Photo: Sancal
Colección Museo. Photo: Sancal

Innovar y mejorar día tras día. Sancal tiene claro que, para mantener su prestigio tanto dentro como fuera de España, debe reinventarse. Eso sí, sin perder la calidad y perdurabilidad que caracterizan a sus muebles. Presentes en más de 90 países, su creatividad y buen hacer se extienden alrededor de los cinco continentes.

Tenemos que remontarnos a 1973 para conocer el origen de Sancal. Pionera desde sus inicios, su fundador y presidente, Santiago Castaño, identificó la necesidad de un tipo de mueble tapizado en el mercado español. Se dio cuenta de que hacían falta mobiliarios que encajasen fácilmente en diferentes tipos de hogares y cuya producción también fuese sencilla. Así es como la empresa se especializó en tapizados modulares, empleando módulos independientes que permitían una infinidad de combinaciones.

La demanda no paraba de crecer, por lo que en 1987 aumentó su capacidad de producción, al mismo tiempo que amplió el abanico y la complejidad de sus productos. Pero no solo eso, en ese mismo año comenzó la relación entre Sancal y la comunidad de diseñadores, quienes impulsaron más la funcionalidad, la atemporalidad y el uso de colores puros.

Con la llegada de los años 90, Sancal abre fronteras, en todos los sentidos. No solo comienza a exportar sus productos, sino que también empieza a trabajar con diseñadores industriales e interioristas externos a la empresa. Es el caso de Gemma Bernal o Miguel Milá, este último diseñando en 1997 la pieza más especial de la marca hasta el momento, la chaise longue Letargo, la cual fue finalista de los premios Delta.

Muebles de diseño Sancal. Photo: David Frutos
Muebles de diseño Sancal. Photo: David Frutos

Otro diseño de Sancal que obtuvo ese reconocimiento fue el sillón Boomerang Chill, diseñado por Quim Larrea, esta ocasión en el año 2007. Con el comienzo de un nuevo siglo, vinieron novedades, dando la bienvenida a la segunda generación. Valores como la austeridad y el esfuerzo siguieron intactos en la filosofía del diseño, a lo que las jóvenes Esther y Elena Castaño incorporaron una visión más emocional, sincrética y exrovertida. La transición de la modernidad a la posmodernidad era una realidad.

Reinventarse o morir, Sancal nunca ha dejado de innovar. Un ejemplo claro es la creación de Estudio Sancal, un pequeño atelier desde el que se llevan a cabo proyectos de diseño gráfico, de producto e interiores. Con la comunicación como elemento esencial, cada año se piensa en un concepto y una escenografía lejana a la moda del momento para presentar la colección anual y dar rienda suelta a la creatividad. Estas presentaciones generan una gran expectación, siendo la feria de Milán su escaparate más importante.

Donde también se ha podido visualizar un avance es en las técnicas de producción. Sancal invierte en nuevas tecnologías para adaptarse a las nuevas necesidades que van surgiendo con el paso de los años. Al tener tanto valor la información para la marca, el hecho de estar conectados con la comunidad internacional de diseñadores y clientes se vuelve crucial, por lo que la tecnología se ha convertido en un elemento fundamental.

La última colección que ha presentado Sancal es Museo, en la cual los productos son presentados como obras de arte, además de aprovechar el concepto para lanzar su primera muestra de ilustración. En hechos como este es en el que la marca demuestra sus ganas de seguir creciendo e innovando.

Ha sido un camino largo, en el que, tras más de 40 años en el sector, la empresa puede decir con orgullo que algunos de los diseños contemporáneos más observados de España le pertenecen. Siempre fieles a sí mismos, a sus raíces, pero sin perder la mirada al futuro ni un solo segundo. Sancal tiene vida para rato, y seguirá buscando diseños que aporten algo novedoso y que emocionen.