Mia Grace: un mundo floral naturalmente artificial

Ramo basic astromelias blancas. Fotografía: Laura Divella
Ramo basic astromelias blancas. Fotografía: Laura Divella

Mia Grace es una marca especializada en la elaboración artesanal de ramos, centros florales y plantas artificiales. Sus creadores, Mireia y Albert, son dos hermanos que han apostado por las raíces familiares. Su pasión por el mundo floral les viene desde que eran pequeños, ya que han vivido rodeados de creatividad. Sus padres dirigen desde hace 40 años una empresa importadora y mayorista de flores y plantas artificiales, pero Mireia y Albert decidieron darle una vuelta de tuerca: vender ramos artificiales de alta calidad a particulares.

¿Cómo definiríais Mia Grace?

Mia Grace es un homenaje a las raíces familiares, transformado en impulso para alcanzar nuevos horizontes. Mia es la unión de Mireia y Albert, dos hermanos muy diferentes con muchas cosas en común. Grace es nuestra abuela, nuestra fuente de inspiración, quien nos orientó en el esfuerzo, el respeto, la honradez y el amor por la familia y el medio ambiente.

La habéis creado dos hermanos: Mireia y Albert. ¿Qué tiene Mia Grace de cada uno?

Somos extremadamente diferentes, por eso formamos un buen equipo. Yo soy muy creativa y sensible, desde pequeña siempre me han interesado las artes plásticas, el mundo creativo, la estética y belleza. Albert, sin embargo, a pesar de tener también mucho gusto por lo estético, su fuerte es el orden, la disciplina, el control, los números, la estrategia y los negocios. Yo soy una hoja de papel con garabatos de colores sin sentido y Albert una hoja Excel repleta de sumas, restas y fórmulas que por mucho que me explique, me cuesta entender.

Albert y Mireia, creadores de Mia Grace. Fotografía: Laura Divella
Albert y Mireia, creadores de Mia Grace. Fotografía: Laura Divella

¿Cuándo y cómo surge la idea de crear Mia Grace?

Hace años que nos ronda por la cabeza. Nuestros padres hace 40 años que dirigen una empresa importadora y mayorista de flores y plantas artificiales. De hecho, nuestro padre fue uno de los primeros importadores de este producto del país. Fue muy valiente y visionario. Pidió un crédito para comprarse un billete e irse un par de meses a Hong Kong a investigar el mercado y las posibilidades de importar productos desde allí.

Fall foert. Fotografía: Laura Divella
Fall foert. Fotografía: Laura Divella

El negocio prosperó muy bien hasta la crisis 2008 y como muchas empresas, el negocio se vio muy mermado. La empresa pasó unos años muy duros y estuvo al borde del cierre. Con los años, el entorno había cambiado y el negocio con venta tradicional se estaba quedando un poco obsoleto, por lo que queríamos ampliar horizontes tanto en formato de venta y tipo de público.

La empresa madre, hasta entonces no vendía al público particular y nos planteamos empezar a hacerlo. No tenía sentido vender la flor suelta, vara a vara, porque el particular no la sabe trabajar, así que decidimos vender ramos ya hechos, como los naturales, pero con flor artificial.

Siempre decimos que nuestra flor es naturalmente artificial, tanto es así que a modo de anécdota el otro día recibimos un email preguntándonos si la flor necesitaba algún tipo de cuidado especial para mantenerse y que si debían meterla en agua. Primero pensamos que se trataba de una broma “¿Dónde está la cámara?” pensé yo… No se trataba de una broma, sino una duda real a la que contestamos con mucho cariño ¡Y de lo más orgullosos!

 

¿Cuál es vuestra inspiración a la hora de diseñar los ramos?

Primero estudiamos y analizamos las tendencias venideras del sector decorativo. Para ello, viajamos a las ferias de decoración más importantes de Europa y Asia. Nos empapamos de la tendencia: estilos, colores, estructuras, formas, materiales. Una vez tenemos clara la tendencia, la inspiración puede venir de cualquier sitio. Un viaje improvisado, un cuadro, una película o un paseo por el campo. Cada ramo es único y especial, tanto es así que lo personalizamos con su propio nombre.

¿Cómo es el proceso de elaboración? ¿Quién lo lleva a cabo?

Es un proceso largo en el que intervienen diferentes personas. Mireia, como directora creativa, marca unas guías creativas de diseño: elige una gama cromática, estilo, tipo de flor y composición en función de la tendencia del momento, estación del año e inspiración. Una vez tenemos clara la idea que queremos transmitir, creamos diferentes prototipos, en torno a 12 ramos, de los cuales acabamos escogiendo 6 que formarán parte de la colección. Los ramos los hace la florista que, de hecho, es nuestra tía. Ella también lleva más de 40 años dedicada al arte floral.

En el proceso también interviene nuestra madre, ella es el cerebro y la cabeza pensante y ayuda a que los márgenes que marca Albert se cumplan; tiene el catálogo entero en su cabeza. A veces diseñamos cosas que son maravillosas, pero fantasía pura, ramos muy bonitos pero imposibles de vender por el coste que supondría. Ella es la encargada de bajarnos de las nubes y asegurar que creemos ramos factibles y aptos para vender.

Roxanne rosa. Fotografía: Laura Divella
Roxanne rosa. Fotografía: Laura Divella

¿Cuánto tiempo cuesta hacer un ramo de flores?

Depende del ramo, pero una media de 25 minutos por ramo. Este es el tiempo una vez está decidido y aprobado, pero como comentábamos, hasta llegar a este punto y permitir su reproducción, es un proceso largo de testeo de colores, formas, volúmenes, sin perder la cabeza y haciendo que los números cuadren.

¿De qué materiales están hechas las flores y las plantas?

Las flores son de tela, pueden ser de diferentes materiales y acabados como el raso, terciopelo, seda o poliéster. También existen flores que llamamos “Real touch”, son de tela con imprimación de látex, lo que proporciona un tacto extremadamente parecido a la flor real.

Los tallos y nervios de las hojas, de pvc alambrado. Los tallos tienen la característica de ser maleables y así se puede dirigir la flor u hoja donde nos convenga.

Las plantas suelen ser de poliéster y tallos y troncos de pvc o bambú. Dependiendo del modelo, se recubren de fibra de coco para que el acabado sea lo más natural posible.

¿Cómo conseguís el realismo de las piezas?

Se consigue en primer lugar, usando materiales de alta calidad. Tenemos flores “Real touch”, que incluso al tacto tiene un acabado muy real. La gente tiende a olerlas (y es que además huelen, porque perfumamos cada ramo con un perfume que nos han hecho especial para nosotros. Es la réplica del perfume de nuestra abuela, la yaya Grace)

Moldear la flor o planta para que tenga la misma caída que las naturales, también es un punto clave. Y por supuesto, crear bouquets con maestría, hechos por manos expertas que se han pasado media vida tocando flor natural.

Comentáis que es una elaboración artesanal, ¿en qué sentido?

Cada ramo está formado por unos 25 tallos aproximadamente. Cada ramo se forma uno a uno, vara a vara, colocadas de una forma específica para que tengan un sentido, una armonía y proporción.

Los ramos se reproducen teniendo en cuenta la muestra modelo, pero al ser artesanales, a pesar de llevar los mismos materiales, todos se parecen, pero ninguno es exactamente igual.

Si hago un pedido, ¿cuándo me llega a casa?

Lo primero que hacemos al llegar a la ofi es sacar los pedidos del día. Se monta cada ramo desde cero (no tenemos stock), los envolvemos con mucho cariño, perfumamos y encajamos. El mismo día por la tarde sale el pedido y, por norma general, el cliente lo recibe a las 24-48h (dependiendo del destino)

San Valentín está a la vuelta de la esquina. ¿Qué ofrece Mia Grace a los enamorados?

Hemos creado una selección de ramos de lo más dulces para regalar flores eternas a los seres queridos. A parte, en todos los pedidos que nos han llegado estas semanas, hemos añadido un corazón de pizarra para poder escribir el nombre de la persona a quien va dirigido el regalo. Hemos creado unos “TE QUIERO” que nunca marchitarán.