El diseño tiene un impacto directo en las personas, en las comunidades y en el planeta. Todo lo que creamos extrae la energía de la tierra y por eso debemos tomar decisiones conscientes que reduzcan nuestro impacto y dejen un legado positivo. Con esto en mente, Jeanne Carlier, la fundadora de Spark & Bloom, se especializó en la creación de identidades de marca reflexivas, que eleven el impacto ético de los negocios que tengan conciencia ecológica.
A través de su empresa de ilustración y diseño gráfico, trabaja con las personas para crear una identidad visual intencional, que expanda los propósitos enfocados a cambiar el mundo.
Después de obtener su B.A. en Diseño Gráfico Creativo en LISAA (L’Institut Supérieur des Arts Appliqués), inició su carrera como diseñadora gráfica para pequeñas empresas familiares y más tarde se incorporó a la industria de productos. Allí pudo ver de primera mano los efectos reales del embalaje, los requisitos de impresión o las precarias condiciones de subcontratación en el extranjero. Decidió entonces mudarse al entorno digital, pero algo todavía no cuadraba: la experiencia del usuario a menudo se diseña para generar clics y hábitos de pantalla poco saludables. Jeanne se dio cuenta de que no estaba hecha para un sistema que no invierte los derechos de los trabajadores, la sostenibilidad y el bienestar.
Como destino final, creó Spark & Bloom porque cree en la construcción de negocios que se enfocan en hacer el bien y quiere colaborar con las personas que compartan sus mismas preocupaciones. Le preguntamos acerca de ellas.
¿Cuándo surgieron tus primeras preocupaciones ambientales?
Crecí en una familia de activistas ambientales (pasando por la participación en el partido verde francés, la planificación urbana sostenible, la agricultura orgánica y más). Así que es algo que siempre he sabido. Sin embargo, cuando comencé mi carrera, aparte de los diez mandamientos del buen diseño de Dieter Rams, no pude encontrar muchos diseñadores o agencias trabajando en estas cuestiones. Solo recientemente comenzaron a surgir comunidades como los Diseñadores del clima para mostrar la intersección de ambas disciplinas.
¿Qué hizo que pensases que la ilustración podía servir en el activismo medioambiental?
¡La ilustración es un gran transmisor de significado! Puedo hacer que las ilustraciones digan básicamente lo que quiera, pueden mostrar conceptos abstractos que harán surgir emociones. Por tanto, son una herramienta fantástica para comunicarse sobre cuestiones medioambientales. En un punto más logístico, con la ilustración en lugar de la fotografía, por ejemplo, realmente podemos resolver las formas y el uso del color para hacer que el material final (ya sea impreso o basado en la web) sea menos impactante para el medio ambiente. Podemos encontrar fácilmente formas de usar menos tinta o guardarlas en formatos de archivo más apropiados que ocuparán menos espacio en el servidor y menos tiempo de carga.
¿Crees que tenemos tiempo para reducir el impacto o el daño es irreversible?
¡Qué preguntas! … Definitivamente creo que algunos daños son irreversibles como algunas especies animales que ahora están extintas. Y también creo que la voluntad política para las políticas ambientales no es lo suficientemente rápida para prevenir daños irreversibles en el futuro cercano. Sin embargo, la naturaleza y los ecosistemas de la Tierra son extremadamente resistentes y creo que podemos confiar en que todavía nos ofrecen un hogar habitable si realmente nos ponemos a trabajar.
Del 1 al 12 de marzo de 2021 vas a participar en la Fiesta de los Diseñadores del Clima, ¿en qué consiste el evento? ¿Cuál es tu papel?
¡Voy a estar allí! The Climate Designers es una comunidad de diseñadores que entienden que el diseño tiene un impacto ambiental. No tengo charla ni nada, solo estaré en los talleres y charlas como participante.
Después de tus experiencias laborales supiste que querías participar en un cambio, ¿qué te hizo ver que las cosas no se estaban haciendo de la mejor manera posible?
La primera vez que vi una desconexión con la industria fue cuando pregunté cuáles eran las condiciones de los trabajadores en las plantas chinas donde se fabricaban nuestros productos. Mi jefe respondió «No lo sé, y probablemente tú no quieras saberlo». Como diseñadora, siempre ha sido importante para mí aprender mucho sobre la industria de la impresión porque los impresores y los diseñadores trabajan de la mano y quiero facilitarles el trabajo, si puedo, con mis diseños. En mi opinión, sucedía lo mismo con estos productos. Estar tan desconectado del fabricante significaba que no podíamos saber cómo mejorar nuestro proceso, ni si estaríamos implicados en irregularidades debido a derechos laborales poco éticos en otro lugar. Es como poner todo sobre los hombros de otra persona cuando deberíamos trabajar en equipo. Simplemente no tenía sentido para mí. Además, está la compleja cuestión de fabricar productos en todo el mundo …
Si solo tuvieras unas pocas palabras para intentar cambiar la mentalidad de una persona a la que no le importa el planeta, ¿qué dirías?
Tenemos una relación recíproca con la Tierra. Ella nos regala la vida, Si no retribuimos cuidándola, apoyándola y sanándola, ella ya no podrá mantenernos. Vivimos en un ecosistema complejo, estamos conectados a todos estos elementos, no estamos por encima de ninguno de ellos.
¿Tienes algún proyecto próximo para 2021?
¡Sí! Algunas cosas interesantes. Estoy empezando a entrevistar a diseñadores en el campo. El primero será sobre la importancia de la intuición en el diseño. También estoy trabajando en un curso de branding para ayudar a los emprendedores a explorar su propia marca. Y estoy pensando en crecer y trabajar con redactores y diseñadores web para ofrecer un conjunto completo de servicios para empresas de lanzamiento.
