Entrevista a Vincent Macaigne por el estreno de ‘Crónica de un amor efímero’

‘Crónica de un amor efímero’, la última película escrita y dirigida por Emmanuel Mouret y protagonizada por Vincent Macaigne, se estrena este viernes 24 de marzo en salas.

Vincent Macaigne
Fotorama de Chronique d’une liaison passagère, Sandrine Kiberlain (Charlotte), Vincent Macaigne (Simon)

Cuando Vincent Macaigne (1978, París) vio por segunda vez ‘Crónica de un amor efímero’ en la premiere internacional de Cannes 2022, pudo al fin concentrarse en la pantalla. El actor y cineasta francés, nominado al César a mejor actor protagonista por la nueva película de Emmanuel Mouret, explica que “es muy extraño ver una película cuando formas parte de ella porque siempre estás recordando los momentos del rodaje, por por eso suelo verlas dos veces. La primera vez sueles odiarte”.

Tras colaborar con Mouret en ‘Las cosas que decimos, las cosas que hacemos’, en esta ocasión da vida a Simon, un hombre cansado de la vida matrimonial que comienza una infidelidad con Charlotte, interpretada Sandrine Kiberlain. Libres de compromisos y de moral y sin opciones a un futuro juntos como amantes, en los ratos que comparten no hay sentimientos románticos, solo diversión. Sin embargo, a medida que la complicidad aumenta, también lo harán los problemas.

Para el actor, es una película de “acción sentimental”, de esa que caracteriza el cine de autor de Mouret, con personajes complejos y diálogos sugerentes. Es por ello que reconoce que “lo importante de trabajar con Emmanuel es que tienes que aprenderte muy bien el texto, pero también entenderlo”.

Macaigne

Al principio de la película tu personaje se muestra nervioso y tímido ¿Te describirías así?

A veces puedo estar nervioso, pero es sólo un personaje. Cuando trabajo en una película intento captar la energía del texto, lo que está inscrito en el guion. Mucha de la resolución a la hora de actuar con Mouret está en el texto, en su forma de hacer cine, cuando hace los planos continuos… Logra introducirte en el ambiente, en la atmósfera.

Hacia la mitad de la película tu personaje gana confianza ¿Qué estrategias empleaste para que se notase la evolución?

El guion de Emmanuel Mouret puede leerse como un libro. No hay muchas indicaciones sobre la forma de interpretar, así que tenemos que sentirlo mientras trabajamos. Todo está en el guion, pero no la forma de ser. Para eso hay que hablar con Emmanuel y con sus colaboradores. Así que la forma de interpretar al personaje sale cuando lo conoces y sabes lo que quiere, tienes que fijarte en el fantasma de la película.

¿Cómo la describirías?

La película es una declaración de amor en un breve periodo. Lo que me encanta de la historia es que no hay moraleja porque el marido y la esposa de los amantes nunca aparecen en escena. Lo que se ve principalmente es a la pareja hablando con algo oculto que decir, pero nunca llegan a decirlo. Podría describirla como una película sentimental de acción. Siempre estás esperando que la pareja diga algo y finalmente se sincere. Pero no dicen nada, así que es un poco trágica. Es tan universal por estos momentos que se muestran, donde todo tiene que ser ligero, no quieren arriesgarse.

Vincent Macaigne

Pero las cosas cambian cuando los celos entran en la relación ¿A veces son necesarios?

No lo sé. No soy muy celoso. Desde mi punto de vista, no creo que sea algo bueno. En la vida tenemos que entender la situación de cada persona. Pero creo que a veces es normal.

En la película, hay una especie de resistencia. Mi personaje es un adúltero y siempre quieres saber qué está pensando. Intentas adivinar en qué momento será honesto y se arriesgará. Es como un thriller, siempre en suspense. Los celos intervienen para que se puedan decir algo más. A mi la película me conmovió mucho porque es muy compleja. Algo que me encantó cuando la vi fue que los dos personajes hablan mucho y se ríen. Y luego en otra escena sale el mismo lugar donde estaban, pero está vacío. Es uno de los mejores momentos, puedes sentir la nostalgia.