Eugénie Grandet: Entrevista con el director Marc Dugain

“A partir de 1830 todo comenzó a deteriorarse”. Quien lanza estas palabras es Marc Dugain (1957, Senegal), el director de cine y novelista francés al que las historias de época le cautivan. Aclamado por la crítica literaria con motivo de su primera novela, «El pabellón de los oficiales», el creativo siempre tiene un proyecto histórico entre manos. El último, la adaptación a la gran pantalla de la obra de Honoré de Balzac, ‘Eugénie Grandet’.

Rodada en la misma zona que inspiró al escritor del s XIX, la historia de se ubica en Saumur, al este de Francia. Es allí donde Félix Grandet (Olivier Gourmet), vive con su mujer (Valérie Bonneton) y su hija casadera, Eugénie (Joséphine Japy). A pesar de su tacañería, Grandet alberga una fortuna que no resulta indiferente a los hombres del pueblo, dispuestos a casarse con su hiija a cualquier precio. Todo cambiará cuando su sobrino de París (César Domboy) le visite en busca de ayuda.

Dugain reconoce que el reto fue “plantearse cómo iba a adaptar una obra maestra y a la vez añadirle algo que capte el interés”. Y lo ha hecho con la mirada puesta en la opresión femenina. Es un acercamiento distinto, no solo por ser una versión más feminista y moderna, sino por remitir a dos de sus grandes preocupaciones: el materialismo y la dominación patriarcal del sistema capitalista.

Eugénie Grandet

¿Cómo dio el salto de la letra a la gran pantalla?

Fueron unas circunstancias bastante graciosas. Por aquel entonces, había escrito un libro sobre Stalin y Kuchini. El productor estaba muy interesado en hacer una película y pensaba que yo podría ser el director. Así que empecé.

Por supuesto, adoro el cine. Cuando escribí mi primer libro, lo hacía pensando en un guion. Pero por aquel entonces, a nadie le interesaba porque nadie me conocía. Así que pensé mejor en el formato libro. Tuvo gran éxito e incluso fue adaptada al cine, ¡pero por alguien que no era yo! Cuando la vi estaba muy contento, pero a la vez, pensaba que hubiese cambiado algunas cosas, que la debería haber dirigido yo. Así que ese fue el punto de inflexión para decidirme.

¿Es el pasado una buena opción para retratar la opresión femenina del presente?

Sí, me resultó muy sugerente este periodo: 1830. En él surgió el materialismo, donde hay una completa dominación de la mujer y de la naturaleza. Grandet no cree en dios, solo en el dinero, pero emplea la religión para dominar a su familia porque Dios es el súper patriarca, la presentación divina de la dominación masculina. Dios siempre se supone que es un hombre. El hecho de que la sociedad sea muy avariciosa es el fin de la espiritualidad, la humanidad y la naturaleza. A partir de 1830 todo comenzó a deteriorarse.

Eugénie Grandet

¿La digitalización, sobre la que también has escrito, es otro paso más en este deterioro?

Lo que siento es que es el principio del final. Nos estamos enfrentando ya al final, estamos en una gran depresión espiritual y mental como consecuencia de la fiebre del dinero, que al final no es nada, solo un invento. Por eso hay tanta presión feminista actualmente. Si las mujeres no obtienen el valor que siempre tuvimos no se podrán reparar los errores del pasado.

¿Ha encontrado en su vida personajes como Grandet?

Diría que … Putin, se parece muchísimo, con las armas de destrucción masiva. Pero también las grandes multinacionales que no se preoucupan del planeta, solo de hacer dinero. Así que sí, he conocido un montón.

¿Y cómo Eugenie?

Ella representa a las dominadas, al principio, con todos esos hombres que quieren casarse con ella. Pero también tiene ese espíritu que la hará liberarse y florecer en primavera. También esa es mi interpretación del libro. De hecho, por eso eliminé la parte de su matrimonio final, en el que luego él muere. No hacía falta que pasase por aquello. Así que cuando su padre desaparece, por fin obtiene su libertad.

Eugénie Grandet

¿Dónde tuvo lugar el rodaje?

Exactamente donde Grandet estaba. Balzac se inspiró por Saumur, pero está completamente destruido, tan horrible que no queda casi nada del original, por lo que decidimos rodar en los pueblos de alrededor.

La puesta en escena es austera y lúgubre, al modo de vida del padre ¿fue difícil dotar de esta esencia al escenario de la casa?

El interior de la casa era verdaderamente agobiante, claustrofóbico y húmedo, spooky. Encontré este lugar en la bodega de un castillo y allí es donde estuvimos por dos semanas.

 ¿Cuál es la moraleja de la película?