Entrevista a Christian Carion sobre su nueva película, ‘Un paseo con Madeleine’
El reconocido director francés Christian Carion vuelve a las salas este viernes 24 de marzo con ‘Un paseo con Madeleine’, una tragicomedia protagonizada por Dany Boon y Line Renaud.
El tráfico de París es tan desolador que llega a asfixiar hasta a los taxistas más veteranos. A menos que la persona sentada en el asiento trasero no tenga ni prisa ni intención de llegar a su destino. Porque en la última película de Christian Carion (1963, Cambrai) el destino es el viaje. El director francés, conocido por títulos como El Caso Farewell o Mayo de 1940, regresa este viernes 24 de marzo a la gran pantalla con Un paseo con Madeleine.
Ubicada a lo largo de un día recorriendo París en taxi, la película no es exactamente una road movie, sino una historia que atraviesa temas universales con la ayuda del recuerdo y del diálogo entre sus dos protagonistas. Dany Boon interpreta en esta tragicomedia con tintes nostálgicos a Charles, un taxista parisino con problemas económicos y poca paciencia. Mientras que la reconocida Line Renaud interpreta a Madeleine, de la misma edad que su intérprete, 92 años. Una mujer con un pasado convulso que no le ha arrebatado la sonrisa y que, como revela el director, “es consciente que es su último viaje, tanto espiritual como espacial. Es el último recorrido que hace por París”. Un trayecto cargado de flashbacks y reflexiones.
¿De dónde surgió la idea de rodar una larga conversación dentro de un taxi?
Es un guion que recibí. Estaba bastante avanzado y narraba la historia de alguien que estaba encerrado en un taxi. Está muy bien que la gente sea amable, porque en un atasco de tráfico no te mueves.
¿Cómo se rodaron las escenas del interior del coche?
Metimos un taxi en un estudio y lo rodearon de pantallas en 3D de gran tamaño. En esas pantallas fuimos proyectando las imágenes de París porque no quería someter a Line Renaud, que tiene 93 años, a rodar por las calles de París.
¿Y los exteriores son imágenes propias?
Sí, estuvimos rodando las imágenes nosotros mismos, no hemos utilizado imágenes de archivo. Durante tres meses grabamos todos los trayectos posibles que recorre el taxi por París en la película. Grabamos por la mañana, al mediodía, por la noche y después hicimos un gran trabajo de montaje para poderlas proyectar en el estudio mientras el taxi estaba allí parado.
Su madre solía ir a ver sus películas, ¿está el personaje de Madeleine inspirada en ella?
Tristemente mi madre falleció hace cinco años y por lo tanto esta película no la va a poder ver. Pero sí, he pensado en ella cuando la hacía.
El personaje de Madeleine es lo más emocionante de la película ¿Tienen los ancianos las mejores historias que contar?
No necesariamente, no quiere decir que a más años más cosas interesantes que explicar. La edad no quiere decir que seas a la fuerza una persona interesante pero estadísticamente sí que hay más posibilidades de que a la edad de 92 años te hayan pasado más cosas sorprendentes que quieras explicar. Madeleine, Line Renaud, en la película es consciente que es su último viaje, tanto espiritual como espacial. Es el último recorrido que hace por París.
Es el asunto que quizás más entristece, pero parece necesario ¿Es bueno llorar en el cine?
El cine es uno de los pocos lugares, como el teatro, donde puedes dar rienda suelta a esas emociones y abandonarte a ellas. Se dice a menudo que las lágrimas purifican el alma, es incluso como algo terapéutico. Pero no creo que sea una película especialmente triste. Lo importante es lo que Madeleine va a dejar.
Nos deja un buen consejo, el de tratar de reírse siempre, suceda lo que suceda
Lo de reírse es un arte. Hay que aprovechar los momentos divertidos para hacerlo. Son momentos felices que nos ayudan a atravesar esta vida, a vivir nuestra existencia. Y es bastante higiénico hacerlo.
Suele ubicar sus historias durante la segunda guerra mundial en Francia ¿qué es lo que le interpela de esta etapa?
He hecho siete películas y dos de ellas tratan quizás de la guerra, la primera y la segunda. Pero no tengo una afición especial a la guerra y, además, en esas películas lo que se refleja son los momentos de paz. Lo que a mí me llama la atención es la humanidad en los personajes.
¿Ha habido alguna investigación sobre el sistema penitenciario femenino francés en la década de los 50?
Sí, claro. Sobre todo, hemos estudiado la sociedad francesa en los años 50 y los años 60. En concreto la condición femenina para ver cuál ha sido su recorrido.
¿Se trataba de dar visibilidad al avance del feminismo?
Es un largo camino el que hay que recorrer. No sé cuál es el camino que se ha recorrido hasta ahora en España, pero en Francia es un recorrido muy largo. Es un problema muy grande el de la violencia conyugal. Aquí contamos el número de víctimas de violencia doméstica y puedo asegurar que no disminuye. Solo no para de aumentar.
¿En el futuro seguirá tratando la violencia de género o se referirá a otros temas?
No, estoy pensando en otras cosas para mis próximos proyectos: historias en las que las mujeres también tengan cosas que decir.
