El diseño activista de Fernando Laposse

Fernando Laposse trabaja con fibras naturales para crear sus diseños, expuestos en diferentes galerías alrededor del mundo. Pero su objetivo va más allá. Con el uso de esas fibras pretende concienciar de la peligrosidad del mundo globalizado y la importancia de proteger el trabajo artesanal y tradicional de las comunidades locales mexicanas.

Fernando Laposse. Photo: Pepe Molina
Fernando Laposse. Photo: Pepe Molina

Diseñador mexicano afincado en Londres, Fernando Laposse expone y denuncia situaciones de gran relevancia en el mundo actual. Sus proyectos tienen un carácter educativo e informativo, abordando temas como la biodiversidad, el medio ambiente, la migración, la desaparición de comunidades y los impactos de la globalización en el trabajo tradicional. El diseño es su medio conductor para exponer estas problemáticas e intentar aportar soluciones para mejorar la situación actual.

Laposse se formó en en Central Saint Martins como diseñador de producto, y se acaba especializando en transformar materiales naturales, como el sisal, la hoja del maíz o la lufa, en piezas refinadas. Los materiales que emplea son fruto de investigaciones que el diseñador lleva a cabo para vincular sus piezas con la historia y la cultura de comunidades, en las que destacan las comunidades indígenas de México. Con ello, pretende impulsar el empleo local y concienciar sobre los desafíos que les supone el mundo globalizado.

En 2018, Fernado Laposse inauguró para el London Design Festival el Sisal Sactum, un paisaje sensorial y táctil que preptende dar un refugio del entorno urbano de Londres. Creado con sisa cruda, una fibra natural recolectada del cactus de agave, está compuesto por dos salas del citizenM, cada una con distintas texturas y con paredes que aparentan ser piel o alfombras. Para sentirse más relajados y seguros, un guardián peludo protege a los visitantes que sientan curiosidad por ver el santuario.

El sisal fue durante mucho tiempo la principal fuente de trabajo para las comunidades mayas de Yucatán, hecho que cambió con la producción del nailon, provocando el desempleo de estas. Fernando recolectó y fabricó su obra empleando las técnicas antiguas con el objetivo de ayudar a los pequeños productores del sisal.

Alrededor del color natural producido por el insecto de la cochinilla, en 2019 Laposse crea un nuevo diseño en el Miami Design District, una nueva apuesta en la que sigue optando por dar visibilidad a las tradiciones artesanales sostenibles. En este caso, no lo hizo solo, con él participaron Ángela Damman, artista de fibras, y con artesanos de Yucatán. Esta nueva instalación recibió el nombre de Pink Beasts, nombre que deja una pista clara del color de las piezas diseñadas.

Su intención con esta creación es volver a otorgarle al origen del color la importancia que tiene y que ha ido perdiendo con la aparición y el uso de los colores sintéticos. El tinte que emplea es el originariamente utilizado por los aztecas, un tono rojo brillante que surge de las cochinillas, insectos que crecen en el cactus Opuntia y que se ubican en el centro de México. La figura más peculiar, y más llamativa, son las bestias de color rosa, construidas a partir de fibras de la planta de agave y teñidas con el tinte anteriormente mencionado.

Además, en asociación con la comunidad de un pequeño pueblo de agricultores y pastores de Tonahuixtla, Fernando ha estado trabajando con ellos desde 2016 para intentar revertir la situación provocada por la agricultura industrial y apostar por los métodos agrícolas tradicionales. Las plantaciones industriales de maíz con las que competían les obligaron a usar técnicas más modernas con herbicidas, fertilizantes y semillas híbridas.

Las consecuencias fueron devastadoras, provocando la migración masiva, la erosión de la tierra y la pérdida de semillas nativas. Pero, gracias a este proyecto, dos años después de su comienzo, el maíz nativo regresó, lo que ha influenciado directamente en la mejora de la economía de Tonahuixtla. También se está creando empleo local para las madres jóvenes que trabajan transformando las cáscaras en el material definitivo.

Equipo de madres jóvenes de Totomoxtle
Equipo de madres jóvenes de Totomoxtle

Este proyecto recibió el nombre de Totomoxtle. Con él, se ha demostrado que, a través del diseño, pueden darse soluciones para cambiar la economía, sin olvidarnos de potenciar la vida tradicional y el trabajo artesanal de los pueblos indígenas. Por esta razón, la labor de Fernando Laposse es tan especial, sus diseños están llenos de significado, expresan la belleza, la historia y las sensibilidades de los ambientes en los que se inspira.