Simon Sandquist, director de ‘Horror Park’: «Me gustaría un mundo con más personas decidiendo las películas con subvenciones»

SImon Sandquist

Un hecho fatídico condiciona la amistad de un grupo de adolescentes. Años después, varios de ellos acuden a un parque de atracciones cuando está tematizado de Halloween, y descubren que una vieja integrante es quien se encarga de las entradas y la vigilancia del lugar. Hay tensión en el aire, pero pasa a segundo plano cuando un asesino enmascarado comienza a eliminarlos. Es la premisa de la que parte Simon Sandquist en Horror Park, que dirige en su país de origen esta película de terror ‘slasher’. Ahora reflexiona con nosotros, en su lengua materna, sobre dicha obra.

¿Cómo es dirigir terror en Suecia?

Es muy raro. Estas películas no se hacen. Esta productora sí ha hecho un par, pero no de estas dimensiones y calado visual. Pero me lo he pasado muy bien haciéndola.

¿Por eso querías dirigirla? ¿Qué crees que aporta al género?

No recuerdo muy bien qué, pero alguien tuvo la idea de hacer la película en este parque en Suecia, el Iceberg, y que fuese de terror. Luego la idea fue creciendo, también porque el parque mostró su interés desde el minuto uno. Su atractivo era ese, lanzarla en Halloween. Como director, no quieres rechazar oportunidades así.

¿La aportación que hacemos al género? En realidad no inventamos la rueda, sino que aportamos entretenimiento, humor mezclado con terror, que la gente vaya al cine y coma palomitas.

Además no es solo terror, sino que es ‘slasher’. ¿Qué tenía que tener para ti el guion para atraerte? ¿Le pedías algo a los personajes adolescentes, tan específicos del género?

Un guion no solo es bueno por los personajes jóvenes. Todos deben ser tridimensionales. Es importante invertir en ellos. Es cierto que en este caso el ‘slasher’ sirve para captar al público, pero siempre quieres profundizar más en sus relaciones, porque tienen que haber esas dinámicas que muestren su mundo y las jerarquías que forman. Cuando te haces mayor, ya pierdes el interés en lo que dicen de ti, pero a los jóvenes sí les pasa y marca sus dinámicas, lo que interesa al público.

Simon Sandquist

En España ha habido controversia recientemente por las subvenciones para hacer películas. ¿Qué opinas sobre ello? ¿Cómo es la situación en Suecia?

En Suecia hay subvenciones estatales para hacer películas, y es difícil hacerlas sin ellas, porque no existe una industria cinematográfica como la de Estados Unidos, que sea independiente. Hay subvenciones para hacer películas, escribir guiones, investigar, etcétera. Si no, es difícil, porque Suecia es un país pequeño, de 10 millones de habitantes, lo que hace difícil generar dinero si no tiene éxito internacional.

Me gustaría un país, un mundo, en el que no pocas personas decidiesen las películas que reciben subvenciones, porque es muy subjetivo y depende de quien las otorga.

El público suele apreciar estas películas, pero, ¿te preocupa que la crítica o los premios no valoren estas películas?

Me interesa más un éxito entre el público que entre la crítica, porque no es una película que a los críticos no debe gustar. Esta es una película para que vaya el público al cine y coman palomitas, no es Bergman. Es lo que es y, como tal, es buena. Divertida. No me interesa demasiado lo que puedan decir o no.