Andrey Kirichenko es un diseñador que colabora con numerosos grupos tales como Renault en Paris, o NIO en Munich, posee grandes conceptos de vehículos entre los que destaca el NIO Vision GT, un proyecto de super deportivo de lujo con un diseño fascinante.
Este proyecto fue realizado en el estudio de diseño NIO en Munich donde Andrey trabajó hace tiempo. Fue hecho como parte de su tesis de maestría, y sin lugar a dudas es un vehículo fascinante.
«La idea era crear un coche de carreras eléctrico semiautónomo ultra ligero, inspirado en las tecnologías de alto rendimiento de NIO y el fondo de carreras de la compañía» (récords de tiempo NIO EP9 en Nürburgring Nordschleife, vueltas autónomas EP9 y logros de NIO en el Campeonato de Fórmula E).
Con el diseño que posee se visualiza fuertemente tanto a la estrategia de diseño de NIO «Open Solidity» como al lenguaje de superficie más nuevo, con todas las firmas de ADN de diseño en una nueva forma tales como la identidad frontal de barra X, el lenguaje de superficie de corte a máquina, las lámparas traseras y otras prestaciones más.
Este concepto de Andrey posee una construcción ultra ligera con una cabina flotante envolvente alrededor del conductor, paneles semitransparentes de color del cuerpo montados en un marco mate oscuro y una unidad de batería debajo de la cabina con una función de carga de inducción. Sin lugar a dudas es un vehículo que de cara a futuro puede ser la vanguardia de los coches de lujo.
El coche utiliza cuatro motores magnéticos eléctricos sin escobillas para la aceleración, diseñados como una unidad con la rueda, para otorgarle mayor dinamismo y velocidad a esta vehículo, que sumado a su fino diseño puede alcanzar grandes velocidades. Tiene un diseño muy parecido al Navar Nv01 y al FordZilla.
Estas son varias de las maquetas que Andrey ha utilizado a lo largo de su tesis maestra, donde se puede ver el proceso y evolución del NIO Vision GT. Este concepto de vehículo de lujo va a ser sin duda un ejemplo de inspiración de cara a futuro en el mundo del automovilismo, sin lugar a dudas, un gran diseño de Andrey Kirichenko.