Por segundo año consecutivo, cerca de 200.000 asistentes han recorrido el recinto Iberdrola Music, ubicado entre Villaverde y Getafe, atraídos por un cartel ecléctico y potente, distribuido en seis escenarios que estuvieron activos hasta pasada la medianoche, como ya es habitual. Repasamos los mejores momentos, del espectacular arranque de Dua Lipa o Janelle Monáe, pasando por la enérgica actuación de Maneskin, hasta al nostálgico cierre de Bring me the Horizon o The Kooks.
Con una propuesta variada, más comprometida con el público indie que el urbano o reguetonero–con la excepción de Rels B–el macrofestival abría sus puertas a unos asistentes acalorados, pero decididos a escuchar en las primeras horas de la tarde a la banda de indie-rock Soccer Mommy. Después de terminar con la dulce Your Dog, a una temperatura no mucho menor, fue el momento de refrescarse y continuar con la actuación de Janelle Monáe. Repleta de flores, la artista fue reuniendo poco a poco a más asistentes al ritmo de la reivindicativa Lipstick Lover, cuando apareció con un llamativo body, seguida de Float y Phenomenal.
La banda más sonada de la segunda noche era Pearl Jam, que encadenó clásicos sin demasiada sorpresa, potenciados por un público fiel y entusiasmado de volver a ver a los veteranos estadounidenses tocar Even flow o Daughter en esta segunda ocasión que visitaban el evento.
Måneskin fue el gran protagonista del tercer día. Era la primera vez que la banda italiana encabezaba el cartel de un festival en el país y, aunque se mostraron comprometidos con el público durante cerca de la hora que duró su actuación, la energía decayó durante el solo de guitarra de Victoria De Angelis y en el último momento, cuando decidieron hacer un bis de su conocido I Wanna Be Your Slave.
El cuarto y último día se preveía el mayor despliegue de fans, quizás propiciado por la aparición de The Kooks o el regreso de Avril Lavigne casi veinte años después. La autora de éxitos como Complicated iniciaba el concierto encapuchada y visiblemente cansada. Con los primeros acordes de All I wanted, todo el público alzó los brazos con un aura dosmilera y nostálgica que no disminuyó ni por un instante.
Al caer la noche, mientras algunos decidieron cambiar de lugar para disfrutar del concierto de Bring me the Horizon, atraídos por la nostalgia de ver en carne y hueso a su banda icono de la adolescencia, muchos otros apostaron por reservar un buen sitio cerca del escenario donde en unas horas tocaría The Killers.
La banda de Las Vegas liderada por Brandon Flowers hizo gritar a cerca de 57.000 personas con un repertorio repleto de hits– Spaceman, When You Were Young o Human– donde la novedad vino de la mano de su nuevo single, Dying Breed. La sorpresa, con la subida de un fan (Dani) al escenario para aporrear la batería de For Reasons Unknown. Y el clímax, como siempre, con el cierre de la conocidísima Mr. Brightside.