Madrid y Barcelona son los dos destinos que la artista Ligia Lewis ha seleccionado para representar, por primera vez y de cara al publico, su performance Deader than Dead. Un grito de denuncia que recurre a significaciones representadas en símbolos a través del cuerpo, su movimiento y el estruendo sonoro.
El 18 y 19 de noviembre se presenta en La Casa Encendida el último trabajo de la coreógrafa Legia Lewis. En Deader than Dead, con tan solo cuatro bailarines (aunque en un principio serían diez); “rostros sin expresión” se mueven en un espacio diáfano. Espacios donde Lewis crea un ambiente para lo emergente e indeterminado, pero en el que el conflicto es lo mundano. Aquello que se ignora, la apatía social, su falta de conciencia y la indiferencia hacia la población negra. En otras palabras, en su movimiento plasma toda una investigación sobre el término deadpan.

En escena se recurre a una experiencia multisensorial, donde la percepción sonora juega un papel determinante a la hora de evocar respuestas en el público. La contradicción sonora que varía entre golpes musicales, sonidos naturales y compases melódicos dirige su mirada hacia la paradoja del sinsentido. El tempo de la obra es tan frenético y voluble que ninguna de las personificaciones encarnadas a través del baile y sus distintas secuencias (las representaciones de la muerte, las posturas de los cadáveres y las demostraciones de la enérgica actividad del grupo) queda exenta de la amenaza de fatalidad.

Deader than the dead es una pieza que emplea el baile y la expresión corporal como vehículo de denuncia hacia la repetición y el sinsentido de la distancia emocional. La obra recurre en múltiples ocasiones a metáforas para traducir el lenguaje verbal al movimiento, siempre desde mirada crítica y de reclamo.
SÍMBOLOS
La sala de autopsias o el limbo entre la vida y la muerte son escenarios recurrentes en su producción. Este espacio se corrompe con elementos que generan desasosiego e intranquilidad, creando una antesis, y trasladando los sentimientos que envuelven esas localizaciones al lugar que las genera.
Ligia Lewis muestra las concepciones heredadas en la sociedad por medio de símbolos a través del movimiento y el estruendo sonoro. Transforma la violencia de los sentidos es un acto comunicativo.


Coreógrafa y bailarina nacida en República Dominicana, Lewis pone la mira en proyectos de corte experimental, donde la colisión entre conceptos abstractos y el movimiento da forma a nuevas vías de expresión. En cada una de sus creaciones logra acercar al espectador a metáforas sonoras y visuales, donde el cuerpo humano y las interacciones que establece con su entorno crean un nuevo lenguaje cargado de símbolos y mensajes.