José Antonio Lucero publica su nueva obra La Madrina de Guerra, dedicada para aquellas mujeres que cuidaban de los soldados descarriados de la guerra
En la guerra participan hombres y mujeres. En una guerra como la Civil Española, familia se enfrenta a familia para ganar una disputa ideológica elevada al máximo exponente y como tal, se olvida los lazos que los unen. Hermanos contra hermanos, padres contra hijos e incluso los padrinos y madrinas tienen mucho por lo que temer. En esta vorágine de armas y destrucción, la figura de estas madrinas de guerra, cuidadoras de soldados, capaces de hacer que los soldados desamparados tuviesen apoyo moral, suele ser olvidada
Una exhaustiva investigación ha hecho de José Antonio Lucero un experto en esta figura tan importante para el trascurso de la guerra. En busca de una perspectiva original, el autor gaditano, profesor de educación secundaria especializado en Historia, ha reunido cientos de cartas de la época con el fin de desentrañar la verdad tras La Madrina de Guerra a base de homenaje.
Cartas para un condenado
La madre de Arturo Pérez Reverte, la de Joaquín Sabina y también una mujer llamada Aurora acabarían transformándose en madrinas. Una mujer joven que resistía las bombas hacia la capital en un hospital. Resultaba desgarrador verles: tantos aterrorizados, heridos en cuerpo y alma o totalmente idos y a los que no se les podía volver a recuperar. Lo único que podía esperar era que sanasen a tiempo para, con suerte, resistir un segundo intento de hacer que su bando ganase.
No, nadie ganaba con esta barbarie. Lo único más sórdido eran las cartas de Teófilo: un soldadito que se desahogaba de sus temores más grandes hablando con una confidente que no le clavaría un cuchillo por la espalda. Después de tanto tiempo, casi se había olvidado y ahora resulta que viene. Quiere verme. Está enamorado, en plena guerra. ¿Qué hago?
Tras El Ministerio de la Verdad, los testimonios que José Antonio Lucero ha recogido para La Madrina de Guerra completan una imagen, una imagen que Ediciones B muestra abiertamente: aquella de la guerra en todas sus dimensiones.