Escondido en el histório barrio del Kasbah, se encuentra el Hotel Ksar Kasbah en Marrakech. Con mas de 900m2, reúne una calma difícil de creer debido a su localización. El ambiente relajado te permite desconectar del tumulto de la ciudad sin salir de ella. El hotel está construido alrededor de un patio cuadrado con una piscina centrar para refrescarse.
La decoración es típicamente marroquí: estucos excepcionales, zelliges de colores, columnas y vidrieras. El diseño blanco y mobiliario retro aportan al salón del jardín un estilo completamente diferente al estilo tradicional que reina en el interior del edificio con el suelo de mármol negro.
El Ksar Kasbah combina el gusto por el diseño moderno con la pura y tradicional artesanía local. Destaca por todos sus cuidados y minuciosos detalles que hacen del hotel un lugar acogedor y hermoso.
Las antiguas ánforas, los grandes jarrones de maderas, tallos y flores secas en la terraza, un armario pintado a mano o antiguas bandejas de cobre utilizadas para servir el café.
Al atardecer, en la parte superior del edificio, se encuentra la terraza decorada al más puro estilo tradicional y local. Desde ella, se ve a lo lejos, las montañas nevadas del Atlas. Este momento mágico esta acompañado del cautivador sonido del almuédano.
Como no podía ser de otra manera, el menú para el almuerzo y la cena en el hotel son de elaboración tradicional con productos frescos locales preparados por Leila y Fátima en la cocina. Desde la tosta de aguacate hasta el tipo Tajín de pollo al limón.
Un palacio en el corazón de Marrakech
Ksar Kasbah cuenta con once habitaciones y suites distribuidas en las tres plantas del edificio. Dentro un estilo refinado y elegante, se encuentran estas habitaciones con paredes claras, cortinas de color blanco roto y cómodas de madera.
Además, las mesillas de noche sencillas contrastan con las enormes y extraordinarias alfombras típicas marroquíes, provenientes del mercadillo de Bab El Khemis. El interior destaca por estas alfombras de colores claros, por las colchas de algodón de gran calidad y los cojines kilim. Todo ello junto con el gusto del diseñador gráfico Lrnce.
El hotel, cuenta también con un Spa. En el tradicional hammán podrás disfrutar de una experiencia de descanso y desconexión. Es toda una inmersión en el ritual oriental típico de los países árabes qué contribuye, además, a regenerar la piel y eliminar toxinas. En Ksar Kasbah velan por el bienestar de sus clientes durante sus vacaciones.
La hospitalidad es la consigna de este lugar en el que, Youssef (director) y su equipo se encargan de que no le falte nada a sus clientes.
Por último, el hotel selecciona para sus clientes una serie de excursiones y actividades de ocio para conocer a fondo el lugar y la cultura árabe. Desde una comida en casa de un lugareño, un paseo en camello por las grandes dunas de Merzouga o un día en un oasis en el corazón del desierto de Agafay.