Michel Franco imagina un 'Nuevo orden en la película que aterriza este viernes en las salas españolas. Un reflejo visceral de la desigualdad social que se vive en la Ciudad de México, realidad muy cercana a otros lugares. Una advertencia de enormes esfuerzos técnicos, que deja en evidencia el caos y la tragedia que ya no forman parte de nuestro futuro distópico.
La expectación aumenta a medida que avanza el metraje, hasta que explota. Nos ubicamos en lujosa boda de la alta sociedad que se tuerce: una inesperada revuelta social da paso a un violento golpe de estado. El militarismo somete de manera abrupta a la Ciudad de México, abriendo el diálogo sobre la corrupción, los problemas de la militarización del país y los conflictos entre clases sociales. No hay “buenos” ni “malos”, el propio autor reconoce que la escala de grises en la que se mueve es algo confusa, pero idónea para el Jurado del Festival de Venecia. Le pido algunas respuestas más.
Define usted la película como una advertencia, ¿qué clase de advertencia?
Es mi manera de decir que el status quo es insostenible, que las cosas tienen que cambiar y que si no somsos conscientes de ese camino errado podemos llegar a un punto en el que no va a ser fácil volver atrás, en muchos sentidos.
¿Se refiere solo a la sociedad mexicana, o quiere que otras se vean reflejadas?
La razón por la que no le pongo nombres y apellidos a las cosas y no se concreta el contexto político es justo porque no quiero que la película sea local, que cualquier país se pueda ver reflejada. Es un tema universal, la manera en que la sociedad ha avanzado y ya n creen los gobernantes. Da igual si la gente es de izquierdas o de derechas, simplemente piden cambios profundos sin saber si quiera qué quieren o cómo pedirlo.
¿Es el cine un medio para pedir cambios?
No creo que una película pueda cambiar las cosas y además exigirle todo eso a una película sería desproporcionado, pero puede ser un espejo, y a veces vemos cosas que no nos gustan. A partir de ahí podemos reflexionar y dialogar.
¿Se podría decir que la cinta es un espejo, un reflejo distorsionado, más que una distopía?
Sería distópica en el sentido de que retrata algo que no ha sucedido como tal en un futuro cercano y obedece un poco al género en cuanto a que todo va de mal en peor.Lo curioso es que cuando empecé a escribirla, hace seis años, parecía que iba a ser distópica y conforme fue madurando han ido sucediendo cosas en el mundo que la acercaron más a la realidad.
Desde luego, desde que el COVID ha irrumpido, no parece una historia tan ficticia…
Sí, el rodaje terminó en mayo de 2019 pero hay coincidencias. La pandemia solo ha agravado más las diferencias radicales sociales que se viven en todos lados, donde unos pocos disfrutan de todo y la gran mayoría lo pasa más difícil: en México hay 60 millones de pobres. Los modos de control que represento en la película, como los toques de queda, se han visto como mecanismos en muchas ocasiones a lo largo de la historia.
Según México Evalúa cuatro de cada diez mujeres mayores de 18 años sufrieron algún tipo de violencia sexual durante 2019, y en el 99% de los casos no se inició ninguna carpeta de investigación y quedaron impunes. Usted muestra esta clase de agresiones sexuales en la pantalla.
A través del personaje de Naian se habla de muchas cosas, del machismo o de los misógina que es su familia, para ellos es normal no escucharla. Claro que es víctima de violencia sexual y ccómo bien dices eso en México queda impune, rara vez hay consecuencias o justicia.
» He pasado toda mi vida allí y desde niño te explican que la realidad es así, la corrupción y la violencia son algo cotidiano, aunque yo nunca he estado dispuesto asumirlo «.
¿Representa el personaje de Marian (Naian González Norvind) la esperanza? Su final deja un panorama algo desolador.
El personaje ve las cosas con un sentido de justicia que los otros no tienen, pero es muy ingenua, ver las cosas con objetividad no es suficiente para que cambien.
¿Qué es suficiente para que cambien? ¿Es necesario mostrar un nivel tan explícito de violencia?
La violencia es el camino equivocado, siempre trae más violencia. Habría que tomar conciencia pero de forma colectiva, el esfuerzo aislado de Marian no es suficiente.
Parece que en México la opinión no es colectiva, sino que está más bien dividida, la crítica ha suscitado polémica.
Es normal que en México se lo tomen de manera personal porque la película pone el dedo en la llaga. La gente se la ha tomado con objetividad unánime, no ha sido lo mismo en Méjico que en el resto del mundo. Allí la población está polarizada y cuando ciertos sectores no les gusta lo que ven protestan. Ven lo que quieren ver y lo que no quieren ver, que no es lo que necesariamente hay en la ficción.
Aunque en la historia no hay exactamente malos y buenos, todos los sectores podrían verse reflejados
Hay muchos grises en la película, pero en términos de códigos eso muchas veces confunde a la gente porque quieren digerir una buena lección y mensaje y que se les diga lo que está bien y mal.
¿Por qué necesitaba una producción de mayor embergadura para contar esta historia?
Desde que tuve la idea sabía que solo merecía la pena si se hacía a gran escala, una radiografía a nivel nacional, y no solo de manera simbólica, con un microcosmos. También hay de eso pero en algún había que salir a las calles. Era una propuesta muy ambiciosa y riesgosa.
Usted opina que lo que no vemos y de lo que no hablamos es lo que nos acaba matando ¿Hay algún asunto que eche en falta en el argumento?
La película, sin detenerse a hacer comentarios, contiene en su forma caótica y de contrapuntos todos los temas que quería tratar.
¿Cuál ha sido el mayor desafío durante el rodaje?
Es la primera vez que rodaba con 3000 extras , nunca había intervenido en las principales avenidas de la ciudad,nuca había hechi unas postproducción con estos efectos visuales, pero creo que lo más difícil es hacer creíble la violencia y hacer creer que sucede a gran. También ganarse un buen final, a pesar del panorama desconsoladro que tiene. El asunto de la boda, todos esos planos fueron muy complicados.
Era uno de los nombres que sonaba para la candidatura de los Óscar, pero finalmente no ha podido ser…
La academia mexicana ha mandado otra pelícua que también me gusta, es bueno que haya voces nuevas. Por otro lado, en el Shortlist hay cuatro películas que estuvieron en Venecia, y que no ganaron lo que la mía. Parecí un indicador de que mi película tenía buen potencial, pero tiene lógica que mi cine se aprecia en Venecia, en Cannes, en Europa; corresponde al cine que más me gusta, acepto lo bueno.