Jhumpa Lahiri vuelve a su género más reconocido, los cuentos, con el que se hizo mundialmente conocida y merecedora de algunos de los premios más importantes de la literatura, de la mano de Cuentos romanos.
En estos nueve relatos, Lahiri nos sorprende y conmueve con un libro deslumbrante sobre el amor, el desarraigo, la soledad y los ritmos naturales de una ciudad cambiante, llena de tensiones y contrastes, pero de gran riqueza cultural y belleza natural y artística, donde personas llegadas de todos los rincones del planeta tratan de encontrar su lugar en el mundo y dar un significado a la palabra “hogar”.
Su título, Cuentos romanos, es una referencia a las dos colecciones homónimas de cuentos de Alberto Moravia, en un homenaje al escritor con el que Lahiri se inició́ en la literatura italiana. Un vínculo muy claro entre las historias de ambos autores, que transcurren en la misma ciudad, Roma, en momentos históricos muy diferentes pero similares.
El amor que Jhumpa Lahiri siente por la capital italiana no le impide, sin embargo, ver las injusticias, la discriminación y la desigualdad en la que viven parte de sus moradores, en concreto, aquellos que habitan la ciudad llevados por las circunstancias y son maltratados y explotados debido a su pobreza, cultura y creencias. En este sentido, la crítica al racismo imperante es un tema recurrente en los cuentos, que a veces se muestra en forma de comentarios y desprecios.
Por otra parte, también nos habla de otros extranjeros privilegiados, los turistas y los expatriados adinerados, pero sea por necesidad o no, todas las personas que llegan a Roma en estos cuentos comparten la sensación de encontrarse a la deriva, de no terminar de encajar y de seguir buscando su lugar en el mundo.
A pesar de la crudeza y las dificultades, sin embargo, Lahiri disculpa a esta ciudad igual que el guionista en el cuento La Escalinata, quien «ama y perdona a Roma en todas las estaciones», y lo hace porque ella, como le ocurre a la protagonista de Dante Alighieri, también se enamoró de la cultura italiana hasta el punto de convertir Roma en su hogar, y el cariño que siente por sus calles, su idioma, literatura, sus habitantes, monumentos y paisajes siempre es más fuerte que las decepciones.
Su fuerte conexión con la ciudad italiana hace que la autora no represente la Roma de las películas, sino la urbe real, y resulta evidente que conoce a la gente que pasea por sus calles, que se ha detenido a observarlos en las plazas y en las escalinatas y ha conversado con ellos.
Sin embargo, el nombre de la ciudad se menciona en pocas ocasiones y muchos cuentos ocurren en lugares anónimos, lo que acentúa su sensación de universalidad, como la oficina de correos que aparece en La recogida o el puente en el que se dan cita las amigas de El encuentro y que podría ser el de cualquier urbe.
Jhumpa Lahiri explora la cotidianidad con una honestidad sin artificios que resulta catártica para sus personajes. Sus historias son íntimas y conmovedoras, con una prosa lírica que transmite emociones universales. Tiene una voz única, personal y reflexiva que refleja la complejidad de la condición humana.
Acerca de la autora:
Jhumpa Lahiri, nacida en el Reino Unido, de padres bengalíes, pasó su infancia y juventud en Estados Unidos. Es autora de dos libros de relatos aclamados por la crítica y que obtuvieron un enorme éxito de ventas: El intérprete del dolor (1999), que le valió el Premio Pulitzer, el O. Henry Award y el PEN/Hemingway Award, y Tierra desacostumbrada (2008), que fue elegido Mejor Libro del Año 2008 por The New York Times y recibió los premios Frank O’Connor, Asian American Literary Award y Gregor von Rezzori.
En 2012 ingresó en la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras, en 2015 recibió la Medalla Nacional de Humanidades, así como una beca Guggenheim y, en 2017, el PEN/ Malamud Award. Ha traducido al inglés las novelas Ataduras y Scherzetto, de Domenico Starnone. Con Cuentos romanos (Lumen, 2023), Jhumpa Lahiri regresa al género que le dio fama en todo el mundo.