El primer libro del premiado crítico de arte, arquitectura y música: Philip Kennicott
Como el subtítulo del libro ya adelanta, Kennicott se abre en canal para hablarnos del duelo que atravesó por el fallecimiento de su madre y de cómo la música de Johann Sebastian Bach facilitó el proceso. Y es que Kennicott se propuso aprenderse las Variaciones Goldberg de Bach, una pieza que siempre se le había resistido, al piano como una forma de recordar a su madre y, también, de reconciliarse con ella.
Como en la técnica musical del contrapunto –de la cual Bach es considerado el maestro absoluto–, en este libro se combinan dos melodías para formar un conjunto armonioso, bello y conmovedor: por un lado, la historia personal de Kennicott, un joven atenazado por la dominante figura de su madre, a la que amó y odió tanto como al piano que ella le forzó a tocar, y por el otro, la historia de Johann Sebastian Bach y sus Variaciones Goldberg, una obra misteriosa, con muchas lagunas de información, que gracias a intérpretes como Glenn Gould se ha convertido en una de las composiciones más escuchadas y queridas de la historia de la música.
Este es, por lo tanto, un libro sobre la pérdida y la falta de afecto que se transforma, con el paso de las páginas, en una bella historia de amor por la música y por la vida.
Cuando murió su madre, Philip Kennicott comenzó a escuchar obsesivamente la música de Johann Sebastian Bach. Eso era lo único que no le importaba en esta delicada situación. Incluso después de llorar su muerte, Kennicott encontró en la obra de Bach una mezcla única de alegría y dolor, un deseo dual de celebrar la vida y experimentar la propia muerte.
A partir de ese momento tomó una decisión: utilizaría a Bach como guía para su crecimiento personal y volvería al piano, instrumento que había aprendido de niño y despreciado de adolescente, para estudiar una de las mayores obras maestras del teclado . De Compositor alemán: Variaciones Goldberg. Philip Kennicott quiso dejar constancia, a través de estas páginas, de sus esfuerzos para estar a la altura de este desafío autoimpuesto.
«Con una prosa espléndida y una indagación minuciosa, Kennicott ha creado un retrato sutil y profundo del amor, la pérdida y la condición humana.» MARCIA BUTLER, The Washington Post.
«Entusiasta y encantador.» ALEX ROSS, The New Yorker.
«Una meditación fascinante sobre el dolor. Una prosa elegante que embellece unas memorias profundamente reflexivas.» Kirkus.
«Un libro inteligente, hechizante y hermoso. Me encontré leyendo párrafo tras párrafo en voz alta, maravillado por la habilidad de Kennicott para crear una larga reverberación musical usando solo palabras. Contrapunto no es simplemente un examen íntimo de una obra maestra –las Variaciones Goldberg de Bach–, sino una meditación valiente y humana sobre el proceso de crecimiento a lo largo de toda una vida.» Tim Page, editor de The Glenn Gould Reader.
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