Classics Elegance Luna: Oda nacarada al beso de la Luna

Classics

 En este cosmos de maquinaria fina y elegancia atemporal, el Classics Elegance Luna emerge como una estrella brillante, una oda nacarada al beso de la Luna, una pieza que cautiva con su encanto celestial y su delicado diseño.

Presentado como una joya dentro de la venerada colección Classics de Frederique Constant, el Classics Elegance Luna es más que un simple reloj; es una obra de arte en miniatura, una colaboración entre la maestría técnica y la imaginación creativa. Esta nueva creación es fruto del talento y la visión de la hija del director de Investigación y Desarrollo de la Manufactura, cuya inspiración ha dado forma a una Luna cómplice y amorosa, representada por dos medias lunas besándose sobre una esfera de nácar, resguardada por una caja de acero de 36 mm.

El reloj se presenta en cuatro versiones distintas, cada una impulsada por un movimiento automático que se eleva sobre índices de números romanos, cuyo color armoniza con la correa de piel. Sin embargo, lo que verdaderamente cautiva es la fase lunar, esa ventana situada a las 6 h, donde el disco lunar ha sido meticulosamente desarrollado para la Maison Frederique Constant. Aquí, las dos mitades de la luna se besan en un ballet celestial, sus colores suaves y sutiles oscilando entre grises claros y oscuros, reflejando la belleza efímera de la noche estrellada.

La magia de esta composición se ve realzada por un toque de innovación estética: por primera vez en la colección, los números árabes tradicionales son eclipsados por unos números romanos finos y elegantes, cuyo color se refleja también en la correa de piel. Esta elección, poco común en relojería, confiere al Classics Elegance Luna un carácter distintivo y sofisticado.

Con un diámetro de tan solo 36 mm, estos nuevos modelos albergan el mismo calibre automático, el FC-331, que garantiza una reserva de marcha de 38 horas. Los modelos más exclusivos se distinguen por un anillo de hora y un bisel completamente engastados con un total de 96 diamantes, mientras que las versiones más sobrias presentan un anillo de horas engastado con 56 diamantes. Ya sea en verde manzana brillante, azul denim, azul marino o rojo brillante, cada variante del Classics Elegance Luna es una expresión única de elegancia y estilo.

En resumen, el Classics Elegance Luna de Frederique Constant no es simplemente un reloj; es un poema en movimiento, una celebración de la belleza efímera de la Luna y una expresión de la eterna elegancia que define a la Maison Frederique Constant. Con su diseño cautivador y su precisión técnica, este reloj encarna la unión perfecta entre la tradición relojera y la creatividad contemporánea.