Arquitectura y poliamor

Por Pilar Gómez Rodríguez

En conjunción con los propietarios, el estudio checo ORA ha llevado a cabo la amorosa rehabilitación de una vivienda en la ciudad de Český Krumlov. Quinientos años de historia vibran en un interior desvelado que se hace contemporáneo y funcional gracias a piezas insertadas de forma estratégica con tanto cariño y respeto que, en ocasiones, rehúsan incluso tocarlo.

Esta es la historia de un amor a tres bandas o más. Comienza en una hermosa ciudad situada en la región de Bohemia, en la República Checa, a unos cien kilómetros al sur de Praga. Tan hermosa es Český Krumlov que integra la lista de Patrimonio de la Humanidad por partida doble. En el siglo pasado, 1992, fue su centro histórico, con el imponente castillo del siglo XIII que domina toda la ciudad. En 2022 pasó a integrar el patrimonio inmaterial de la humanidad la maderada, o el transporte fluvial de la madera, que desde la Edad Media se ha utilizado para trasladar en balsas mercancías, personas y, por supuesto, madera. La técnica tiene una importante presencia en la ciudad, aunque ahora quienes son trasladados son los turistas. Cómo conjugar la belleza con las numerosísimas personas que se acercan ansiosas a visitar la llamada “Praga en miniatura” es uno de los quebraderos de cabeza para una ciudad que no quiere dejar de ser ella misma.

Con más de 500 años de existencia, la casa llamada (y situada, pues su nombre viene de la ubicación) Masná 130 se encontraba en un estado de ruina cuando la descubrieron y la compraron, en 2016, sus actuales propietarios, una pareja que sencillamente se enamoró, más que de lo que veía, de aquello que intuía tras siglos de descuido y deterioro.

ora masna 130 03 boysplaynice 1 compressed

“Vimos su potencial —explican Petra Hanáková, Radek Techlovský— sospechando que el abandono también podría haber preservado el carácter original del espacio y sus elementos distintivos, como los suelos originales”. Se empeñaron en conservar tantos elementos históricos como fuera posible y para ello contaban con los mejores aliados, los componentes del estudio de arquitectos ORA (Original Regional Architecture), que pronto se enamoraron doblemente de su idea de proyecto y de la casa, protagonista ya indiscutible de este relato de arquitectura y poliamor.

PULSA AQUÍ para acceder al artículo completo…