Madrid es una ciudad que mantiene una estrecha relación con el arte urbano, que adorna con poesía y alegría las calles de la capital. Allí nació Bnomio, un joven artista que este año llenó varias zonas de la capital con carteles con la cara de Vladimir Putin, presidente ruso, como parte de su obra Memento Mori, donde desnuda el rostro de personajes controvertidos, y desviste el destino que acecha a todo ser humano, ese destino último y común que se esconde debajo de cada piel: la muerte, ineludible, desmitifica la reputación de grandes figuras, y las reduce a cenizas. Su obra es un viaje en blanco y negro, con líneas sencillas y figuras geométricas, en el que plasma todas esas ideas que le han ido influenciando desde sus inicios. El artista madrileño recientemente ha presentado su muestra Inner Demons, donde el miedo se convierte en un punto de partida de un diálogo íntimo con el público
Me gustaría comenzar por la fuente de inspiración de Bnomio: el tatuaje. En una entrevista reciente hablabas de la «valentía y respeto» que supone hacerse un tatuaje. ¿Qué poder tiene el tatuaje para Bnomio?
El tatuaje es un oficio por el que siempre he tenido un gran respeto y admiración. En mi caso llegó no sólo como parte de una experiencia, sino también como una gran fuente de inspiración. Durante muchos años mi paso por los estudios de artistas y amigos fue algo enriquecedor. Pude conocer de primera mano el proceso, las maquinas, las técnicas y en definitiva el proceso de hacer un tatuaje desde el boceto hasta que llega a la piel. Así que de manera natural me fui empapando de esta cultura y fui mostrando interés por el estilo visual inspirado en el tatuaje americano o tradicional. Siempre me gustaba ver los flash en la sala de espera de los estudios o los libros con los trabajos de los trabajos de los artistas. Me molaban especialmente los samples que estaban a línea, me parecían muy interesantes ver cómo conseguían representar aquellos diseños. Con el tiempo fui comprando láminas de tatuadores de los que me gustaba su estilo, libros de sketch, stickers o máquinas. En resumen, todo lo que podía darme de primera mano imputs o inspiraciones. Algunas personas se tatúan para recordar y otras para olvidar. Para mí el poder del tatuaje va más allá de la piel, fue algo que dio sentido a parte de mi obra como artista y por la que se me conoce en gran medida.
Algunas personas se tatúan para recordar y otras para olvidar
Ahora podemos ver su muestra ‘Inner Demons’, expuesta en el estudio de tatuajes Umiko Studios. ¿Qué relación crees que hay entre el arte y el tatuaje?
Para mí es una combinación inseparable o al menos debería de ser así casi siempre. En el tatuaje el artista traslada su visión de una manera artística y se expresa a través de una técnica. Un tatuador por lo general pasa muchas horas dibujando, pero por mi experiencia no sólo domina una técnica, sino que muchos trasladan su arte haciendo uso de diferentes soportes: acuarelas, acrílicos, formatos grandes como lonas, maderas… es decir, no solo se limita a la máquina de tatuar su trabajo. Por lo tanto, su relación desde mi punto de vista con el arte es total. En mi caso y hablando de Inner Demons tenía mucho sentido que este solo show fuera en Umiko porque no sólo es un espacio expositivo, sino que es una estudio de tatuajes y por ese motivo parte de mi obra no solo estará expuesta, sino que también se podrá llevar tatuada.
En su Manifesto se habla del concepto Tear away the mask o quitarse la máscara, vinculado a la imagen de la calavera y que nos lleva a la esencia del ser humano, escondida tras el antifaz de nuestra vida cotidiana o de las redes sociales. ¿Qué es para Bnomio la identidad?