El arte más transgresor decora las calles de Budapest este otoño

Budapest es una de las capitales que nunca defrauda para hacer una escapada en estos meses en los que las temperaturas son aún suaves y es agradable pasear por las ciudades. El arte urbano en forma de coloridos y grandes murales hacen de sus calles los pasillos de un museo.

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Arte urbano en Budapest

Son muchos los barrios de Budapest donde es posible encontrar fachadas enteras pintadas de múltiples temáticas, desde dibujos animados a deportes, sin olvidarse del arte abstracto. Daremos un paseo por las zonas más destacadas de la capital húngara con aquellos murales y representaciones artísticas que nadie debe perderse.

El arte de lo pequeño, por Kolodko

Mihály Kolodko es seguramente uno de los artistas más querido en Budapest. El escultor ucraniano es conocido por sus famosas esculturas en miniatura que se sitúan por toda la capital. Ante la falta de clientes interesados en piezas de mayor tamaño, Kolodko decidió comenzar a crear esculturas en miniatura y ahora se han convertido en su seña de identidad.

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Obra de Mihály Kolodko con el Parlamento detrás
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Obra de un tanque de Kolodko con el Parlamento detrás

En la línea del artista urbano Bansky, Mihály plasma su arte en forma de miniesculturas en las calles y los espacios públicos de Budapest. Muchos de sus seguidores permanecen atentos a las próximas intervenciones del escultor. De hecho, este mes de septiembre apareció su última creación hasta la fecha. Hallada en el distrito 8, ha sido donado por el artista a la Fundación Szurikáta para niños con diabetes.

Erzsébetvaros, un barrio alternativo

Situado en el distrito VII de Budapest. Erzsébetváros pertenece a la zona céntrica de la ciudad, donde conviven tradición y modernidad, y es el espacio por excelencia donde encontrar los mejores murales de la ciudad. En este antiguo barrio judío es posible descubrir tiendas de diseño, bares en ruinas y mucho arte urbano.

Podemos encontrar desde el retrato de la emperatriz Elisabeth, que da nombre al barrio, ya que Erzsébetváros significa en húngaro “Ciudad de Elizabeth”. También veremos el mural junto a la sinagoga de la calle Rumbach Sebestyén. Cerca de este punto, encontramos el gran mural que conmemora la victoria de 1953 del equipo de fútbol húngaro frente a Inglaterra. Al otro lado de la calle se encuentra una pintura de un cubo de Rubik, muy representativo de la ciudad ya que su inventor, Erno Rubik, nació en Budapest hace 78 años. Continuamos la travesía por la misma calle para encontrarnos con la colorida obra del artista español, conocido mundialmente, Okuda San Miguel. Se trata de un retrato del diplomático Ángel Sanz Briz, conocido popularmente como el “ángel de Budapest”, que salvó a centenares de judíos de la deportación durante el holocausto.

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Arte urbano en Budapest

Sin embargo, Okuda no ha sido el único español en dejar su firma sobre la capital húngara. Dan Ferrer, artista madrileño, diseñó un mural basado en Alicia en el País de las Maravillas, representando a una niña que intenta huir de su entorno en busca de un futuro más esperanzador. Podemos disfrutarlo en la calle Kertész 27.

El artista británico Luke Embden también ha participado en la maravillosa decoración del barrio con su célebre mural “Love Thy Neighbour”, con el que llama a los residentes a respetar y amar el barrio. La ciudad está repleta de artistas y obras, muchas de las cuales han surgido a partir del Színes Város Fesztivál, un evento para el que artistas locales e internacionales diseñen murales sobre una temática determinada. La fundación de la Ciudad de Colores, en 2009, permitió legalizar el arte urbano en forma de murales y pintadas en fachadas y ha conseguidos crear una ciudad completamente nueva, aunando históricos estilos arquitectónicos con modernas y representativas pinturas.

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Arte urbano en Budapest
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Arte urbano en Budapest

La capital húngara se convierte así en el centro del arte urbano por excelencia de toda Europa, haciendo del arte callejero, considerado como vandalismo anteriormente, su seña de identidad, y otorgándole el poder de dar color y alegría a las calles de la ciudad bañada por el Danubio.