En 2018 hubo 25 asesinatos intencionados en Noruega, ocupando el duodécimo puesto en el ranking mundial de criminalidad por homicidio. No obstante, el dolor no deja indiferente a nadie ¿Cómo debe reaccionar una de las naciones más “civilizadas” del mundo ante la mayor masacre de su historia?Este 22 de julio se cumple una década del atentado más famoso de Noruega del S.XXI y Filmin ofrece, basándose en una meticulosa investigación y en diversas experiencias reales, la serie de nombre homónimo que arroja luz sobre los atentados terroristas en Oslo y Utoya.
“Utoya, 22 de julio” es la serie de crímenes nórdica del año. Sarah Johnsen, su creadora, ofrece un suceso trágico y altamente documentado, por lo que se hace duro de digerir.
Cuenta lo sucedido en los dos atentados de Anders Breivik que tuvieron lugar en la región en 2011, cuando Breivik acabó con casi setenta vidas en un campamento juvenil en la isla de Utøya, al colocar explosivos en una furgoneta cercana.
La directora narra en detalle el proceso previo, y hace también especial hincapié en los días y meses posteriores, logrando que se amplifique el efecto del impacto, sin necesidad de hacer completo protagonista al terrorista ni a las atroces imágenes que dejó el suceso.
Por el contrario, muestra de forma pormenorizada a una sociedad diversa, y cómo el suceso pudo repercutir de tantas otras formas, sacando a la luz temas importantes: los recortes, el racismo o el tratamiento sobre toda una generación de chavales marcados por Utøya.
Nuevos matices del dolor; el agobio o la tristeza, son inevitables al ver esta espectacular y autoexigente producción.