«¿Quieres robar el banco de Madrid en primavera?» fue lo primero que le dijo su agente al actor británico Sam Riley sobre Way Down, el largometraje que estaba preparando Jaume Balagueró. En él, además de Riley, Luis Tosar, Freddie Highmore, Astrid Bergès-Frisbey y Liam Cunningham intentarán infiltrarse en el inaccesible Banco de España para rescatar su tesoro, aún arriesgándose a ser descubiertos por el implacable jefe de seguridad, interpretado por José Coronado. Sin planos, ni datos, ni nadie vivo que sepa acerca de ingeniería empleada para construir la cámara acorazada, solo disponen de diez días y una distracción: los millones de aficionados reunidos en la Plaza de Cibeles para celebrar la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica de 2010.
En White Paper By hemos tenido la ocasión de charlar sobre el estreno tanto con Sam Riley, como con su compañera de reparto (y de atracos) Astrid Bergès-Frisbey, que ha tratado de dar vida a la misteriora Lorraine de un modo poco convencional.
¿Cómo fue el deconstruir los estereotipos para tu personaje en Way Down?
Astrid: Fue un trabajo bastante obsesivo. Era importante tratar a Lorraine como una más del equipo, y no como la chica. Me monté miles de historias, más de las que estaban escritas. No quería que fuese solo la hija de o el interés amoroso de, sino alguien pro quo en el equipo.
¿Recibiste la preparación técnica?
Astrid: Sí, pero ellos habían preparado muy pocas horas de ensayos para los efectos especiales, y yo siempre pedía ir los fines de semana. Mi cumpleaños fue durante (…) Así aprovechas para poner más energía en lo que toca, lo que cuenta, destacar en el aspecto técnico. Resulta increíble que hayas rodado enteramente en España, lo cual es bastante increíble porque todas las escenografías son absolutamente preciosas y están muy logradas.
Todo lo que el tiempo me permitió, que fue mucho. Y me dejaron hacer todo lo que me permitieron los del seguro. Hicimos mucho trabajo de campo, conocí a un montón de gente increíble mientras hacía submarinismo y tuve sesiones de entrenamiento realmente intensas, que me encantaron. Era un trabajo muy exigente desde el punto de vista físico. El tema del agua era…
Sam Riley: Todo lo que el tiempo me permitió, que fue mucho. Y me dejaron hacer todo lo que me permitieron los del seguro. Hicimos mucho trabajo de campo, conocí a un montón de gente increíble mientras hacía submarinismo y tuve sesiones de entrenamiento realmente intensas, que me encantaron. Era un trabajo muy exigente desde el punto de vista físico. El tema del agua era…
¿Pensaste alguna vez en interpretar una película de atracos?
Sam Riley: Sí, porque de niño tenía mucha imaginación. Mientras veía cualquier película de niño, y puedo ver a mi hijo haciéndolo ahora, me imaginaba que estaba en ahí con los actores. Para mí, cuando era adolescente, una de las mejores películas de robos era Le llaman Bodhi, la he visto como treinta veces.
Compartes reparto con Luis Tosar y José Coronado, dos reconocidos actores españoles, ¿cómo fue compartir este proyecto con ellos?
Sam Riley: Hablé con José en maquillaje, pero nunca rodamos juntos. Es un tipo muy amable y encantador y con mucho talento y carisma. Y a Luis lo adoro. Es un tipo maravilloso y nos divertimos mucho los dos solos arrastrándonos por los túneles. Me encanta, es un hombre con mucho talento, amable y modesto. Cuando íbamos a fumar un cigarrillo todo el mundo estaba en la calle acercándose. Pero es una de esas personas que no se comporta como una estrella.