Entrevista a los actores de la segunda temporada de la serie «The Head»

Visita al rodaje de la segunda temporada de la serie “The Head”

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La ficción de Mediapro Studio producida en asociación con Hulu Japan y filmada en inglés cuenta con un reparto de grandes nombres internacionales: John Lynch, Katharine O’Donnelly, Hovik Keuchkerian, Enrique Arce, Josefin Nelden, Olivia Morris, Moe Dumford, Sota Fukushi y Thierry Godard. 

Su director y productor  Jorge Dorado, ha vuelto al set de rodaje con una historia trepidante con aires de Agatha Christie. Le acompañan en este proyecto Ran Tellem, productor ejecutivo y Laura Fernández Espeso, CEO de The Mediapro Studio y productora ejecutiva. La primera entrega de la serie «The Head»  se estrenó en 2020 en más de 90 países con excelentes resultados de audiencia.

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Los buenos resultados de la primera saga provocaron el impulso de una nueva entrega. Esta vez, la temporada 2 cambia de espacio: de sobrevivir en la Antártida en la primera temporada a navegar en un barco carguero en esta nueva historia. Los tripulantes van a vivir experiencias y situaciones que les pondrán al límite.

El rodaje comenzó el pasado mes de mayo en Tenerife, con un gran barco carguero como escenario principal de la trama. Seguidamente transcurren 11 semanas en total en diferentes localizaciones de Madrid. Esta vez, los actores se enfrentan a un rodaje en interiores donde se reproduce al mínimo detalle los escenarios de la trama como el laboratorio y los camarotes del barco que navega en  misión científica para así seguir con la continuidad dramática.

También habrá grabaciones en exteriores en Irlanda y otros escenarios de España.

ENTREVISTA:

M: ¿Cómo ha sido dirigir esta serie?

Jorge Dorado: ha sido como si te comes un elefante. Tienes que pensar que cada día vas a rodar un corto.  Asimismo, debes tener presente que va a ser en inglés y allí, es cuando estás más despierto. Tienes que tomar muchas decisiones a nivel técnico, casting, material, ubicación. Cuando empiezas a rodar ya no piensas en nada más que sacarlo, sobrevives, vas a por todas.

M: ¿Qué ha supuesto para ti trabajar con tantos actores y cada uno de una nacionalidad distinta?

Jorge Dorado: Es complicado sincronizar la manera de interpretar de cada actor y que se cree una cierta armonía dentro de esa diversidad. Hay actores de Francia, Inglaterra, Japón… el objetivo de este proyecto ha sido abrir una puerta a una energía, una parte más mística, para conseguir esa intensidad dramática y visual que buscábamos.

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M: ¿Cómo fue la experiencia de rodar en un barco de verdad?

Moe Dumford: el hecho de que el rodaje fuera en una localización real  (barco) facilitó enormemente el trabajo. Nos tuvimos que adaptar. No teníamos una pantalla azul de chroma  esta vez. Por eso pudimos vivir las sensaciones de forma real: el olor, el ruido de las máquinas y el clima de Tenerife nos ayudaron a meternos de lleno en el personaje.

Sota Fukushi: cuando tuvimos que grabar las escenas en los platós en Madrid no tuvimos problema en adaptarnos a un nuevo entorno. Se recreó a la perfección las escaleras del barco, los camarotes, el laboratorio, los pasillos, etc. Es una locura el gran trabajo que hay detrás.  

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M: ¿Os sentís identificados con vuestro personajes?

Olivia Morris: siento que comparto muchas cosas con mi personaje. Al final, tenemos la misma edad. Bien es cierto que no soy bióloga ni tampoco se me han dado bien las ciencias en mi etapa como estudiante. (ríe). Sin embargo, cuando leí las líneas del guion me sentí identificada con su fuerza tanto emocional como física.

Sota Fukushi: mi personaje es un sabelotodo de la informática. Tuve que hacer ver que sabía del tema. (ríe) Además, los japoneses no hablamos inglés y fue todo un reto hablar este idioma con tanta naturalidad.  

John Lynch: siempre tienes que buscar un punto de encuentro con tu personaje. Siempre habrá algo que te conecta con él. El resto es trabajo duro, imaginación, confiar en el director, en el material, la experiencia, la técnica. Al final  este personaje representa a un hombre blanco que tiene un trabajo ideal y que de repente vive una situación que le pone al límite.

Enrique Arce: estoy  bastane alejado de mi personaje. Óscar es introvertido y yo soy todo lo contrario. Bien es cierto que él es muy defensor de su clan, de los suyos, en este caso de su hermano y quizás en este aspecto sí me parezco… además, ¡es un forofo del fútbol como yo! (ríe) De todos los personajes saco un aprendizaje pero no suelo llevármelos a casa ni extraer un pedacito de ellos, no me cambian la personalidad. Aunque una vez hice un personaje… (ríe) en la Casa de Papel que era muy pedante y hay quien se ha quedado con esa imagen de mí. (ríe)

M: ¿Cómo ha sido el trabajo que has llevado a cabo para interpretar un personaje como Charlie?

Hovik Keuchkerian: Por una vez que consigo meterme en «cintura», aparece Mariano y me dice: «quiero un bicharraco». (ríe) Si te soy sincero, me encantó el personaje. Tuve que comer mucho para llegar a los 130 kilos. ¡Pesaba más del doble que Enrique! (ríe) Para crear a Charlie quise encontrar a ese niño de 6 años inocente, con pureza en sus ojos. Y claro, con un físico así es complicado comportarte como un niño. Además, al principio del rodaje, todo lo trabajado durante las  semanas previas cayó. La expresividad de mis ojos en primer plano no cuajó con lo que se quería narrar. Después vimos el montaje y nos dimos cuenta de que logramos el objetivo.

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M: ¿Cómo ha sido trabajar a los mandos de Jorge Dorado?

Olivia Morris: nos ha apoyado desde el primer minuto. Es  de las personas más creativas que he conocido. Nos hace sentir partícipes del trabajo en todo momento. Él no actúa como el numero 1 y el resto “debajo”.  No es una pirámide. Siempre te escucha, siempre revisa, observa, me encantaría repetir con él.

M: ¿Os está gustando rodar en España?

Thierry Godard: la verdad es que a pesar de pertenecer al país vecino (Francia) he notado muchas diferencias y todas positivas. España tiene un ambiente acogedor, fresco y dinámico. Ha sido todo un placer vivir esta experiencia en este país.

M: ¿Cómo os habéis sentido en los ensayos? ¿Cómo son los nervios?

Moe Dumford: los ensayos han sido geniales. Hemos hecho un gran equipo. A pesar de llevar muchos años actuando, los nervios siempre están y eso es muy positivo. Antes de actuar tienes que tener presente que cada día es un día nuevo, nunca sabes qué puede pasar.

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M: Una serie en inglés supone un reto…

Enrique Arce: en mi caso, es verdad que yo que tengo un 33% de las secuencias en español, por tanto, en ese sentido no hay dificultad. Ahora bien, sí que al principio notamos ciertos contrastes relacionados con las voces.  Hovik es mi hermano en la serie y claro, mi voz es más limpia y la suya más cavernosa. Sin embargo, lo más complejo fue mantener los mismos graves a la hora de hablar en español y en inglés. No es fácil. La fiscalidad cambia cuando se alternan dos idiomas distintos.

M: ¿Cómo habríais actuado en una situación como a la que se enfrentan los personajes?

Enrique Arce: probablemente vomitando todo el viaje, escondido en un camarote y bebiendo vodka para que pasara lo más rápido posible. (ríe) Me fijaba en los trabajadores del barco y admiro su labor. Hay unos olores muy fuertes y un sonido de máquinas ensordecedor. Lo llevaría con mucha dificultad. ¡Si alguna vez buscáis a Enrique Arce, no lo vais a encontrar en un barco de carga! (ríe)

Hovik Keuchkerian:  yo hubiera matado a todos… ¡por Dios y por la Patria! (ríe). No habría muchas más cosas que hacer. Vivir o morir. Es un carguero en mitad del océano, no puedes escaparte. Aunque firmo lo que comenta Enrique de los lingotazos de alcohol después de matar. (ríe)

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M: ¿A quién echáis más de meanos de la temporada anterior?

John Lynch: sin duda al personaje de Aki.  Su creatividad es fascinante. En el rodaje de la primera temporada pasé unos los ratos libres con Tomohisa increíbles. Nos reímos mucho. Lo hemos echado mucho de menos. 

M: ¿Cómo creéis que va a ser el recibimiento del público?

Olivia Morris: yo creo que les va a encantar. La serie es trepidante, tiene mucha acción y los espectadores se van a sentir muy identificados con los personajes.