Durante la primera mitad del siglo XX numerosos arquitectos austriacos y alemanes se exiliaron a USA, entre ellos Richard Neutra. Con un impecable currículum académico, licenciado en arquitectura por la universidad técnica de Viena, 6 años de estudios en latín y 8 en griego, se gradúa en 1918 summa cum laude. Emigra a los Estados Unidos en 1923, estableciéndose primero en Nueva York y luego en Los Ángeles.
En 1930 comienza un viaje por todo el mundo que empieza en Japón y acabará en Utrecht, Holanda, con una estancia en la casa Schröder de Rietveld.
Sus maravillosos proyectos son tan inimitables como personales, con una obsesión casi enfermiza por el trabajo, llegaba a sobrevolar el terreno de los proyectos a la luz de la luna, dibujar allí mismo observando la luz del sol a lo largo del día y definir el sitio exacto donde construir. Para él la relación entre el interior y el exterior, debía ser ambigua, sin límites claros.
La naturaleza es parte imprescindible de su trabajo y de su vida, no es lo otro, no es lo que esta mas allá de la casa, somos nosotros mismos. Su arquitectura debe dirigirse, según sus palabras, al modo en que los seres humanos evolucionan, siendo flexible, ligera y reflejar su psicología.
Texto de Sonia Bahamonde de Bahamonde Estudio-Calle Fernández de la Hoz, 20