Entrevista a Carmen Machi y Pepón Nieto

Un efecto óptico es la nueva película del guionista y director Juan Cavestany, que estará disponible en salas a partir del próximo 26 de marzo de la mano de Filmin. Protagonizada por Carmen Machi y Pepón Nieto, cuenta la historia de un matrimonio de Burgos que viaja a Nueva York con la intención de desconectar, pero nada más aterrizar se dan cuenta de que la realidad que están viviendo es muy distinta de la que creían.

  • ¿Cómo os ofrecen el proyecto?

Carmen: Juan (el director), es una persona que ambos conocemos y admiramos. A mi personalmente él me hace una llamada en la que me dice que quiere hablarme de un proyecto que tiene para hacer un corto. Cuando me dice que quiere que sea con Pepón yo empiezo a gritar de la alegría, y le digo que por supuesto que sí. A mi me encanta trabajar con él, así que todo a favor. Después de hablar con nosotros, de repente decide que por qué no convertirlo en un mediometraje, y después que mejor en un largometraje. Entonces desarrolló el guion, nos lo envió y nos dimos cuenta de que era una propuesta extraña, desconcertante, diferente, llena de preguntas, en su momento piensas que estas se te contestarán en el momento del rodaje. Era muy emocionante, porque vas a hacer algo en lo que no sabes qué puede pasar ni cómo va a ser.

Luego decidimos ir a Nueva York, porque en un principio la idea era rodarla entera en Madrid, pero estábamos un día cenando y decidimos irnos todos un poco en plan turistas y de colegas, y aprovechamos a rodar lo que luego se ve en la película. Todo lo que conforma la película, el camino que sigue, es diferente de cómo suelen ocurrir las cosas, y eso la hace muy particular y muy querida.

  • ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar juntos?

Pepón: Nosotros nos conocemos desde hace muchos años, y siempre decimos lo raro es que no nos llamen juntos, porque además hubo una época en la que hacíamos ambos mucha tele y comedia, y éramos como los buenos de la tele, pero nunca coincidíamos, y era curioso que a nadie se le hubiera ocurrido juntarnos. Habíamos hecho las mismas películas, pero en distintas secuencias, no habíamos coincidido nunca, por ejemplo, Descongélate, Mi Gran Noche… Justo nos llamó Marina Seresesky para hacer Lo Nunca Visto, que fue la primera vez que trabajamos juntos, y de seguido nos llamó Juan, así que ha sido muy casual y muy esperado a la vez.

Y muy bien, me acuerdo de que el primer día que empezamos a trabajar parecía que llevábamos rodando toda la vida. Y eso que somos dos actores muy diferentes, mira que nos gustan un poco las mismas cosas, y yo creo que tenemos el mismo punto de vista como espectadores. Pero luego descubrimos que trabajamos desde lugares muy diferentes, ni mejores ni peores, ella afronta las dudas sobre el personaje desde un sitio, y yo desde otro, y eso también funciona y se complementa.

También es un lujazo, primero porque la admiro como actriz profundamente, cuando voy a verla al teatro siempre lloro. Me acuerdo cuando hacía lo de la monja, lo de la pintora de Las Meninas, que cuando salió lloré mucho, pero de decir: por qué estoy llorando si no está pasando nada todavía, pero siempre me emociona verla porque es una actriz a la que admiro y además, como la conozco, me fascina cómo tiene esa capacidad de salir de su zona de confort, siempre te sorprende, nunca hace nada evidente, nunca hace lo fácil y siempre genera una sensación como de aventura en el trabajo, y a mi me gusta mucho trabajar con ella. He aprendido mucho, sobretodo en esta película, que es muy atípica, porque normalmente los guiones son claros, el protagonista sabe lo que quiere, pero en esta película no había ninguna certeza, y la capacidad de poner el folio en blanco que tiene ella, esa libertad que tiene, me fascina, y he aprendido mucho.

Carmen: Qué bonito Pepón, lo mismo digo, yo también he aprendido mucho. Me creas cierto complejo, porque Pepón es una persona que se entusiasma muchísimo trabajando y es muy currante, no se cansa nunca y devora lo que hace y lo imprime de entusiasmo y de fe, pero necesita tener todos los hilos muy atados para poder abordarlo con seguridad. Es lo mismo, pero justo al revés, la cara y la cruz, el ying y el yang. Nos compaginamos perfectamente, además discutimos bien, y hay que quererse mucho para discutir, entonces es perfecto.

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  • ¿Qué tal ha sido la experiencia de trabajar con Juan Cavestany?

Carmen: Yo he trabajado con Juan porque él ha sido dramaturgo de textos que yo he trabajado en teatro, sobretodo trabajando con Andrés Lima, en Macbeth de Shakespeare, en la versión de Juan, él estuvo durante el proceso de trabajo, y entonces como es un tiempo largo el que estás con él, yo ya le conocía como el espécimen que es a nivel creativo. Pero nunca había trabajado con él a nivel director-actriz. Y muy bien, porque él tiene otro lenguaje, por fortuna, tiene otra cosa que ofrecernos, y como necesita a los actores, los utiliza a su manera, y tienes que dejarte guiar por él, porque él ve cosas que, aunque tú no las veas, él las tiene claras, le parece todo normalísimo. Él ve el montaje de la película clarísimo, lo que a los demás nos puede parecer una extrañeza, entonces trabajar con él es una aventura cojonuda. Es maravilloso, y también es un chico muy divertido, es un colega, es un gran conversador, es fascinante, culto, le interesa todo, es inquieto… mola mucho.

Pepón: Yo no había trabajado con él nunca, había participado con Andrés Lima en un proyecto de montaje sobre capitalismo, donde había textos de Juan, y él iba a los ensayos. Yo creo que ahí en algún momento, por la admiración que le tengo, un día hablando cuando estábamos haciendo aquellos talleres con Andrés Lima, le dije: a ver si hacemos algo juntos, me gustaría trabajar contigo. Y él cuenta que se le quedó ahí, y que Carmen también en algún momento de su vida también le dijo lo mismo, y un día pues nos llamó, como te contaba Carmen. No había trabajado con él nunca como director y nos hemos hecho amigos, para mi ya es una relación que va más allá de la película, se que vamos a seguir en contacto. Tenemos un grupo de WhatsApp en el que estamos los tres y yo creo que ese grupo seguirá activo y seguiremos teniendo relación porque es un tío especial, diferente, y mola mucho, también es muy fácil, tienes siempre la sensación de que te está invitando a su mundo, y dices hostias yo no tengo ningún amigo así, te parece como inaccesible, pero él te invita. Es lo que decía Carmen, que él las cosas las ve normales, pero no lo son.

Carmen: Yo creo que todo lo que hace Juan, todos sus trabajos, son él, su universo. Y como su universo es tan particular, con todos sus miedos, con todas sus fobias, con todas sus hipocondrías, con todas sus debilidades, pero en un tipo que dirige y muestra de esa manera todo lo que le bulle por dentro y con un grandísimo sentido del humor, que a mi me hace mucha gracias, porque es fino, inteligente, único… por eso mola Juan.

  • A nivel de entendimiento, considero que cada persona tiene que darle su propio sentido a esta película, porque no te ofrece una explicación específica, ¿qué opináis?

Carmen: Por supuesto, yo creo que ahí radica el interés, el atractivo, es verdad que se salta los pasos del sentido común. Cuando estás viendo una película, como espectador el factor sorpresa cada vez es más pequeño, porque estamos muy acostumbrados a ver cosas y aquí eso se te salta por los aires. A veces parece que no haber entendido algo te hace más ignorante, pero no. Esto no es cine de culto.

Pepón: Es que esta película, no es una prueba para el espectador, no hay que resolver ningún enigma ni tienes que ser listo, ni tener una experiencia de cine, no es un sudoku. Esta película genera estado de ánimo y genera emociones, a través de unos personajes muy comunes y muy cercanos, es un matrimonio de Burgos que te puedes encontrar en el descansillo de tu casa, pueden ser tus vecinos, unos primos lejanos… Creo que esa mezcla entre lo especial que tiene Juan al contar las historias y lo cercanos que son estos personajes, hacen que la película sea como es. La película da vueltas, gira, se salta el sentido común. Pero creo que el espectador no saldrá de la sala pensando que qué mal que no lo ha entendido, sino pensará que le ha removido, le ha hecho sentir cosas.

Carmen: Además yo creo que como espectador uno siempre está esperando que pasen cosas, y aquí no pasa nada, por eso, como tú apuntabas, cada uno hace su reflexión, es muy personal. Creo que los propios personajes, de alguna manera, son el espectador.

Pepón: Yo cuando veo películas que no entiendo, de estas que son muy sesudas, que parece que hay que entender la metáfora del caracol andando por el espejo, y entonces eso quiere decir que a la señora le ha pasado tal cosa y yo no lo entiendo, normalmente me cansan y me aburren, porque me siento inútil. Sin embargo, esta película te prende y te mantiene todo el rato pendiente de qué va a pasar y además requiere que estés activo.

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  • El juego que se hace con la música en la película también crea mucha expectación.

Carmen: Si es fantástico, eso es algo que nos dijo Juan desde un principio, quería que la música fuera un personaje más.

Pepón: Como si fuera la típica película americana de los años 50 en la que están todo el rato con la música, es una referencia fantástica que tenía Juan.

  • ¿Habéis visto la película? ¿Estáis contentos con el resultado?

Carmen: La hemos visto y yo estoy muy contenta.

Pepón: Yo siempre digo que es mejor película de lo que hicimos o de lo que pensábamos que iba a ser.

Carmen: Nosotros no teníamos ni idea de cómo iba a ser, es algo muy bien envuelto, muy bien empaquetado, y cuando lo desenvuelves… yo la vi confinada, después de estar días y días encerrada, y me entró un ataque de risa, me daban carcajadas, luego como te acostumbras al lenguaje ya no te ríes tanto, pero yo me meaba.

Pepón: Es que para nosotros ha sido muy sorprendente porque había muchas cosas rodadas de una manera, que luego en la película estaban de otra, y cosas que en el guion no estaban explicadas y tampoco en el rodaje, y en la película están. Si hubiéramos sabido que había lobos, por ejemplo, lo habríamos hecho de otra manera. Hay muchas cosas que no estaban en el guion y que en el montaje las cambió para bien y que nos sorprendió, vimos otra película diferente de la que habíamos leído y hecho.

  • A nivel interpretativo, ¿ha supuesto un desafío realizar esta película?

Carmen: El desafío está en que tienes que tener una fe ciega en la persona que te está diciendo lo que no sabes qué es, es dejarte en sus manos, pero es un desafío muy bueno y placentero. También como el sello es del director, la responsabilidad va a ser suya, a mi me da igual si la película es un bodrio, es una película de Cavestany.

Pepón: Estoy totalmente de acuerdo con ella, el desafío era dejarse en blanco y ser capaz de no ir más allá con las cuestiones, no cuestionarle al director, pero yo creo que los dos nos implicamos a muchos niveles, primero al estar a favor de la película y luego al hacer cosas sin saber por qué y sin entenderlas del todo.