Ulysse Nardin, una marca de relojes y Plastic Odyssey, una organización contra la contaminación lanzan un proyecto para reducir el plástico en los océanos a través de un viaje de tres años.
Ulysse Nardin nació como una marca de relojes de alta gama y desde su creación en 1846, ha demostrado un afán por la eliminación de contaminación marítima y el cuidado medioambiental. Durante el mes de mayo, sacó al mercado el modelo Diver, el primer reloj hecho con materiales reciclados, más en concreto, a partir de redes de pesca.
La marca, esta vez se ha aliado con Plastic Odyssey, una organización que toma iniciativas contra la contaminación, y que tiene como objetivo un mundo libre de plástico. Es por esto, que ambas marcas van a llevar a cabo un proyecto: una viaje en barco que dure tres años y en el que se elimine la mayor cantidad posible de plástico en los océanos. Esta expedición, como ya se ha dicho, tendrá una duración de tres años, en los que el barco Plastic Odyssey recorrerá un total de 40.000 millas náuticas y hará 30 escalas en los países considerados más afectador por la contaminación del plástico, en cada escala estarán tres semanas para poner en marcha las iniciativas adecuadas. El barco partirá el día 1 de octubre de 2022, y lo hará desde el puerto de Marsella; continuará su recorrido por las costas mediterráneas y seguidamente zarpará hacia el resto de continentes en el siguiente orden: África Occidental, América Latina, Asia (Océano Pacífico) y tendrá fin en África Oriental.
Simon Bernard, CEO de Plastic Odyssey, explica que su misión es «‘Limpiar el pasado’ fomentando el reciclaje del plástico existente y ‘construyendo el futuro’ reduciendo la producción de residuos». Esto indica que el proyecto no solo se trata de algo presente, sino que ambas organizaciones miran hacia un futuro, hacia un mundo limpio de contaminación. Por otro lado, Patrick Pruniaux, CEO de Ulysse Nardin, habla sobre el proyecto «Plastic Odyssey ha examinado y desbloqueado los problemas relacionados con la contaminación plástica en nuestros océanos. Su deseo de compartir en sistema abierto sus inventos y conocimientos con todo el mundo demuestra una gran generosidad y un deseo genuino de proteger nuestro planeta».
El proyecto consta de un equipo amplio: siete tripulantes de cubierta, siete técnicos y científicos, tres periodistas y dos invitados externos.
El equipo terrestre, llevará a cabo un proyecto llamado Plastic Odyssey Village, un village que se instalará en las poblaciones con más cantidad de contaminación, con el objetivo de crear conciencia y ofrecerles diferentes soluciones ante este problema. Mediante el diálogo y la comunicación, la organización realizará el primer estudio global que comprenda los hábitos respecto al uso del plástico de las diferentes comunidades sociales.
Por otro lado, el barco Plastic Odyssey ha quedado dividido en dos partes: la delantera, que se dedica a mostrar soluciones alternativas al plástico; mientras que la parte trasera se trata del laboratorio de reciclaje, cuyo objetivo principal es formar a un grupo de empresarios locales para mostrarles cómo montar un centro de reciclaje de plástico utilizando las máquinas que se encuentran a bordo del barco. Para eliminar la contaminación de plástico a largo plazo en estos lugares, la organización proporcionará a estos empresarios un contenedor que consta de una microfábrica lista para usar, que les ayudará a reciclar más de una tonelada de plástico por año y crear un centro de reciclaje local. El último de los métodos que se utilizará será el pirólisis, un proceso que convertirá los desechos no reciclables en combustible para el barco: el plástico se calienta sin oxígeno para descomponer las moléculas de polímero largas (sólidas) y convertirlas en moléculas más ligeras (líquidos y luego gases). Un kilo de plástico equivaldría a un litro de combustible para un motor diésel.