
Los diamantes son los mejores amigos del medioambiente
Diferenciarse es ir por delante. La añeja empresa de joyería Tiffany & Co., pionera en la obtención sostenible de materiales nobles y piedras preciosas, trasciende los estándares marcados en el sector con el objetivo (autocumplido) de ser la mejor. Para muestra, un botón: la trazabilidad del diamante Tiffany, un dechado de virtudes ejemplar. Disfruten del paseo.
En una era en la que la sostenibilidad ya no es solo una necesidad para el planeta, sino un paradigma institucional y una exigencia creciente entre los consumidores, la belleza de un diamante (y de las gemas en general) es tan importante como su origen y recorrido. Desde los Fridays For Future impulsados por la precoz Greta Thunberg a los ambiciosos objetivos marcados por la Unión Europea en el programa Horizonte 2030, las consignas verdes no solo están en boca de todos, sino que cada vez son más determinantes en la decisión de compra. En este contexto, Tiffany & Co. tiene mucho de lo que vanagloriarse: se trata de la primera empresa de joyas en apostar por un modelo sostenible en la extracción de piedras preciosas, centrando sus esfuerzos en la asunción de prácticas responsables a lo largo de todo el proceso, desde la obtención de la codiciada gema hasta que la joya llega a manos del cliente o clienta.
Uno de los valores diferenciales de Tiffany & Co. radica en la diversidad geográfica de sus canteras, ubicadas en países tan distantes entre sí como Australia, Canadá, Rusia, Botsuana, Namibia o Sudáfrica. De allí proceden sus espléndidos diamantes, que en su mayor parte se obtienen en bruto (directamente de la mina) y, con menos frecuencia, de un proveedor que gestiona la explotación de un pequeño número de yacimientos, limitado en aras de la protección de los derechos humanos y de los parajes naturales en los que tiene origen la actividad de la empresa.


Entrevista : Carmen Cocina.
Fotografías : del evento Tiffany Yellow Diamonds Milán.