Entrevista a Marta Abelló. Tierras de niebla y miel
Tierras de Niebla y Miel, el nuevo libro de Marta Abelló se publicó a finales de enero por la editorial Planeta. Una historia llena de misterios y tramas de lo más variopintas. Nada parece ser lo que es y todo tiene un porqué.
Bandoleros, masones y señores de la alta sociedad se mezclan en esta historia. Una historia con algunos personajes reales y otros ficticios que cuentan las verdades más amargas y agridulces del siglo XIX, sin olvidar toques de humor que amenizan la lectura.
Marta Abelló ha sabido acercarnos la historia y las leyendas de lugares asombrosos de la geografía española.
¿En qué te has inspirado para escribir esta novela?
Normalmente me inspiro en una escena, a veces veo a un personaje haciendo algo y de ahí puedo tirar, a veces puede ser una fotografía también.
En este caso estaba buscando ideas para una nueva novela y me topé directamente con el Dolmen de Menga. Yo lo conocía de pasada y bueno leí un poquito más y di con la maravilla que tenemos, y que yo y mucha gente en ese momento no conocíamos. No sabía que estaba declarado Patrimonio mundial, no sabía que era el más grande del mundo, no sabía la particularidad de que tiene un pozo, es un hecho muy raro en Europa.
Es aquello de que dices que aquí hay una historia para contar. Me rebeló la imagen de Martina saliendo de Cádiz, me imaginé a la protagonista marchándose y volviendo, y de esa forma tan mágica que tiene la escritura dije, como uno a Martina con este dolmen, y de repente me encontré con la figurilla de Melkart y me llamó la atención. Entonces pensé que de algún modo se creaba un triángulo. Lo uní en el mapa y salió el triángulo de Antequera, de Cádiz, pensé de qué modo podía yo unir a Martina con estos elementos, y al final el resto de los personajes acabaron surgiendo. Por ejemplo, La casa Baena inspirada en el cortijo jurado.
La visión del cortijo jurado me fascinó, es una casa maldita. Actualmente, yendo por la autopista impresiona, está en un altozano e impresiona, pues yo me lo imaginaba en la época adaptada a cómo era en ese siglo, una casa blanca. De ahí la casa blanca de las flores negras.
Tracé un círculo de compás desde el dolmen y vi que había en el entorno. Me encontré con el Torcal, vi que era un refugio de bandoleros y yo quería introducir bandoleros en la historia, porque eran ya casi de los últimos por la época y me parecía un elemento muy exótico y muy real en aquella época.
La novela une varios géneros ¿Cómo la catalogarías?
Aventura, romance, misterio y thriller.
Aunque está como general. Como novela contemporánea. Sería como un thriller histórico por la parte de crímenes.
Es un thriller más fino, más suave, ya que la investigación de los crímenes lo hacen rurales, no guardia civiles. Así para mí rebajaba el tono. Sospechan de Alejandro, van dando vueltas, hasta que dan con el Tuerto y vuelven a encontrar otro cadáver.
Está muy dosificado, igual que tiene toques de thriller, es una novela muy amable, porque hasta con el asesino te puedes sentir identificado en sus porqués, según me han ido diciendo los lectores, deja muy buen sabor de boca.
Tiene su drama, porque Martina viene con sus problemas de América y van surgiendo más conflictos, al final recorres con la protagonista lo que va pasando y cómo va encontrando poco a poco su fuerza.
¿Por qué en 1889 exactamente? ¿Qué interés tiene para ti esa fecha?
Me salió así, sabía que tenía que ambientarla en el siglo XIX, y esa fecha me pareció que estaba bien, quería retratar ciertos momentos históricos, como los personajes que volvían de la guerra de Cuba o de Filipinas, para así ambientar más la historia. Reflejar que Martina deja atrás una vida y con ella acaba un siglo.
¿Cómo ha sido el proceso de investigación para contextualizar la historia?
Ha ido bastante rodado, ha sido como un año y medio. La escribí durante todo el año de 2019, los tres o cuatro primeros meses me iba documentando y a la vez iba creando un argumento previo, iba escribiendo el primer capítulo.
Ha sido como un puzzle también, la parte de los bandoleros se mezcla con la parte de Martina. Se mezcla solo, es mi manera de no atorarme cuando alguna veces el hilo argumental se para y necesitas ir con otros hilos argumentales.
La corrección me pilló en plena pandemia, un poco caos por la falta de concentración. Fueron unos meses, pero la pandemia este año ha sido muy complicada para la revisión, para agilizar el tema de la corrección y posteriormente con el equipo editorial, la corrección final.
La novela también se retrasó porque tenía que salir para Octubre o Noviembre y al final ha salido para finales de enero.
Desde un principio, empiezas narrando distintas historias, la de la familia Baena, Martina, Miguel, Regina. ¿Las desarrollas por separado en el proceso de escritura o vas construyéndolas todas a la vez?
Las historias no están separadas, por que yo internamente tengo mi argumento, lo tengo en la cabeza. A la hora de escribir, que es un proceso más ágil, te sale la escritura sola, hay momentos en los que te paras y estás en una escena desde el principio y necesito pensar otras cosas, porque hay escenas que las tienes previamente pensadas pero luego no funcionan, los personajes te dicen que no.
Si siguiera todo el rato con la misma escena, la novela podría durar cinco años, entonces paro, lo dejo unos días y anoto lo que puede pasar y me voy con otra historia. Por ejemplo con Regina, dejo Cádiz y me voy con Antequera.
A veces escribiendo eso, ya me viene. Ella le dijo esto, es la abuela de Martina y entonces pasó esto. Los hilos se unen solos al saltar de un lado a otro.
Se hacen varias referencias culturales como por ejemplo los miserables, leyendas de Bécquer o Jane Eyre. ¿Por qué estas referencias a novelas? ¿Se les puede asociar a los personalidades de los personajes?
Antes había menos títulos disponibles que ahora, por ejemplo Martina intentaba leer más de lo que podía, pero por la sociedad en la que vivía no era tan posible.
La monjita que visita a Candela le da a leer vidas de Santos. Que están genial, pero teniendo más novelas a disposición, la niña podría estar más entretenida. Martina lo mismo, en vez de estar leyendo la revista de Moda elegante podría estar leyendo otras cosas. Por ejemplo, se encuentra en el barco la novela de Jane Eyre, quería unir la fortaleza de Jane Eyre con lo que le pasa a Martina. De esa novela Martina saca su fuerza. En el fondo ese poso de la lectura se le queda ahí y le ayuda a encontrar su fuerza para seguir adelante.
Cumbres Borrascosas lo lee Cordelia, una niña muy peculiar, fantasiosa y romántica. Miguel el bandolero lee Los Miserables, una novela sobre un encarcelado injustamente.
Cada una de las obras se adaptan a los personajes, a parte de que sirven para contextualizar la época.
¿Cuánta parte de realidad y ficción hay en la novela?
Ficción toda. Puede estar inspirado en las mujeres que sufren, sufrían o sufrimos injusticias. Quería reflejar en la novela la dificultad de una mujer para poderse separar. Si abandonaba al marido, se convertía en una mujer adultera.
Es una novela de ficción, aunque muchos dramas familiares que se nombran aquí, como el hecho de Alejandro que se enamora de la institutriz, son amores imposibles por ser de estratos sociales distintos.
Todos los personajes tienen un poquito de real.
¿Tienes alguna rutina a la hora de escribir las historias?
No es tan fácil como colocarse a la sombra de un árbol como un poeta. Normalmente como dijo Pablo Picasso “la inspiración me tiene que encontrar trabajando”. Yo me siento y me pongo a ello, normalmente como tiro del primer hilo cuando empiezo, ya tengo la primera escena. Cada día es sentarme cinco o seis horas con ello. Sábados, domingos y festivos.
Trabajo mucho con escenas cinematográficas, si no veo una escena, paso a otra. Escribo otro tema y luego vuelvo a este.
También hay momentos de inspiración rápida, te vienen flashes y diálogos. A veces cuando voy conduciendo y no me puedo parar, pero lo intento anotar rápido, porque eso luego se olvida. La inspiración viene en los momentos más insospechados.
¿Tienes algún nuevo proyecto en mente?
Sí, estoy empezando la documentación ahora, está ambientado también en el siglo XIX y va en la línea de este. Con misterio, thriller e intrigas familiares. Tengo unas localizaciones que le estoy dando vueltas. En cuanto se me revelen todos los hilos tiraré para adelante.
Me han ofrecido otro proyecto audiovisual, pero con respecto a novelas, voy a seguir con esta línea porque me lo he pasado muy bien. He disfrutado mucho.