
Cuando el horizonte iba poco más allá de lo que podíamos ver a través de nuestras ventanas, la versátil “sombrerera” coruñense, Susana Loureda, dejó volar su imaginación y convirtió el confinamiento en una herramienta de inspiración.

Necesitaba (re)componer y transmitir la nueva realidad, rasgada y rota, y encontrar un nuevo soporte que lo permitiera: el collage.
Un soplo de aire fresco a través del humor, la crítica social y la ironía, que sus composiciones insinúan. Desde su inconsciente cristaliza en ellos de alguna manera, una forma de ver y estar en el mundo.

No es la primera vez que Susana se reinventa. Ya en 1984 aterriza en el ambiente transgresor y cosmopolita de Ibiza, con Dora Herbst, para más tarde especializa se en el taller de Nina Pawlowsky, en Barcelona. A partir de entonces revoluciona el mundo del sombrero con su peculiar forma de entender el trabajo artesanal, presentando tocados únicos.

En su marca POLITA HATS, el color y la forma son protagonistas. Aunque los sombreros nacieron para protegerse del sol, han evolucionado en su caso como un símbolo expresivo. Son piezas atemporales, cuya belleza no es prisionera de las modas. Sirven de vehículo para expresar conceptos, ideas y sensaciones.

Los collages son su nueva aventura. Las obra plásticas ha tenido muy buena acogida y ya prepara para el año venidero una exposición individual.

Elige colores e imágenes, e intenta transmitirles sentimientos y emociones con pasión. Sus composiciones son un reducto de fantasía que insinúa la personalidad de su artífice. Diseños atrevidos, extravagantes, circenses, elegantes, peculiares, diferentes y cosmopolitas. Una emanación de la mujer que los dibuja y modela.
