Un recorrido por la inspiración y la música de Serrat, que es también la banda sonora de varias generaciones.
Madrid, 8 de marzo. – El 23 de diciembre de 2022, tras más de setenta actuaciones alrededor del mundo en su gira de despedida, Joan Manuel Serrat dio su último concierto en el Palau Sant Jordi de Barcelona frente a miles de personas.
Su extraordinaria trayectoria musical ha convertido al noi de Poble Sec en una de las figuras más importantes de la canción moderna, tanto en catalán como en castellano, y sus canciones “de Paraules d’amor a Mediterráneo” forman parte de la vida y la educación sentimental de varias generaciones. ¿De donde surge este talento tan personal? ¿De qué fuentes ha bebido su música?
Cuando era pequeño, absorbía las melodías de la radio de un trago y crecía con las canciones que le cantaba su madre mientras cosía- En el Paral-lel, a un paso de su casa, corría a escuchar las zarzuelas y los cuplés. Con la guitarra que le regaló su padre rascó los primeros acordes y escribió las primeras canciones.
Ávido de más música, compró en París discos de folk americanos, canción popular italiana y grupos británicos. Le gustaba todo: el jazz, pop, la clásica… Se fijó en el flamenco, se sumergió en la canción tradicional catalana, la chanson, y el folklore sudamericano. Todas estas corrientes musicales, junto con aires de pasodoble, tango, rumba, habanera o balada, entraron en el taller del cantautor y con ellas, y haciendo gala de una personalidad extraordinaria tiende un puente del Mediterráneo al Atlántico y permite que los ritmos de contemporáneos y ancestrales y las rimas de los poetas alcancen el alma de un público universal.En el libro SERRAT. La música de una vida el periodista y dramaturgo Jaume Collell propone un recorrido por la biografía musical del genial compositor. Además, Collell aporta una visión inédita del universo de Joan Manuel Serrat. Sumergido en la infancia del artista, el autor explora los primeros estímulos sonoros y las fuentes que lo han alimentado. Así, ha hablado con los vecinos y amigos de juventud, pero muy especialmente ha obtenido el testimonio de sus compañeros de viaje en el oficio y, de un modo particular, revela la complicidad de los principales músicos que han invertido en su obra. Ha entrevistado con la profundidad Ros Marbà, Miralles, Kitflus y Amargós. También a los colaboradores de Burrull y a los familiares de Bardagí, ambos fallecidos. Además, ha conversado en varias ocasiones con el cantautor, oyente selecto antes que intérprete. El gusto por las canciones de toda una vida impregna sin duda la memoria sentimental de los lectores. A caballo entre la biografía y la crónica, este libro despliega ese maravilloso mosaico que es el universo de Serrat |