La Fundación Foto Colectania ha inaugurado una experiencia única para los amantes del arte visual con la exposición «El tiempo se detiene» de Sarah Moon, una de las figuras más destacadas de la fotografía del siglo XX. Esta muestra, que estará abierta al público desde el 20 de junio hasta el 22 de diciembre de 2024, es un viaje íntimo a través de la extraordinaria trayectoria de la fotógrafa francesa, destacando más de 80 de sus obras cuidadosamente seleccionadas.
Desde su inicio en los años 60 como modelo en Londres y París, hasta su consagración como fotógrafa bajo el seudónimo de Sarah Moon en la década de 1970, la vida y obra de Moon han sido un constante flujo de creatividad y experimentación. Su capacidad para transformar lo ordinario en lo extraordinario, lo tangible en lo etéreo, ha marcado una huella indeleble en la historia de la fotografía.
La muestra no solo ofrece una mirada retrospectiva a través de las décadas de trabajo de Moon, sino que también proporciona una visión única de su evolución como artista. Conocida por sus imágenes enigmáticas y oníricas que desafían las convenciones de la realidad, Moon ha trascendido los límites de la fotografía de moda para adentrarse en un universo cada vez más personal y misterioso.
«El tiempo se detiene» es el resultado de una invitación especial otorgada por Foto Colectania a la propia Sarah Moon, quien ha ejercido un control total sobre la selección de obras expuestas. Más que una simple exhibición de fotografías, la muestra incluye también una selección de libros y cinco de sus películas, ofreciendo así una visión completa de su creatividad multidisciplinaria.
A través de sus obras, Moon desafía la percepción tradicional del tiempo y el espacio, invitando al espectador a sumergirse en un mundo donde la realidad se entrelaza con lo imaginario, donde lo cotidiano adquiere una nueva dimensión de belleza y misterio. Sus fotografías capturan instantes suspendidos en el tiempo, momentos fugaces que revelan la esencia misma de la existencia.
«El tiempo se detiene» es más que una exposición de fotografía, es un viaje emocional a través del universo artístico de Sarah Moon, una oportunidad para explorar los límites de la imaginación y cuestionar nuestra propia percepción de la realidad. Es un recordatorio de que, en manos de un verdadero artista, la fotografía puede trascender su función documental para convertirse en una ventana hacia lo desconocido, hacia lo eterno.
