LA VOZ DE LA GENERACIÓN JAZ(Z)

Entrevista: Carlos Megía

Dicen de ella que es la sucesora de Billie Holiday y Ella Fitzgerald y, a tenor de su meteórica trayectoria, parece destinada a ratificar hasta los más optimistas vaticinios. Pero Samara Joy, la joven de 22 años que ha revolucionado y rejuvenecido la escena jazz internacional, prefiere apostar por la prudencia y la contención. “No trato de ser ningún referente en mi generación, solo espero que compartiendo mi música la gente pueda sentirse atraída por ella”, explica a White Paper By a través de videollamada, relajada en el sofá mientras apura una botella de agua con vitaminas. La encontramos en Monterrey, California, preparada para abordar uno de los cincuenta conciertos que, en apenas unos meses, supondrán la presentación de su nuevo trabajo, Linger Awhile (Universal Music Classics & Jazz). Un álbum que actualiza clásicos del género y los presenta a un nuevo público, el mismo que se agolpa en cientos de miles en los perfiles de redes sociales que han hecho de ella todo un fenómeno viral. Hija de bajista y nieta de los miembros del coro The Savettes of Philadelphia, la banda sonora de su Bronx natal –compuesta por Stevie Wonder, Chaka Khan o Donny Hathaway– fue la mejor escuela para una Samara Joy que ahora sube a los escenarios del mundo para impartir cátedra de elegancia, matices y estilo.


¿Cuándo te diste cuenta por primera vez de que tenías una cantante jazz dentro de ti?
Todavía estoy tratando de averiguarlo… No lo sé, la verdad es que surgió de una forma muy natural. Yo escuchaba todo tipo de música y de cantantes, trataba de imitarlos pero también de desarrollar mi propia voz. La música me ayudó a encontrarla. Nunca pensé en dedicarme al jazz de manera profesional hasta que entré en la universidad. Me matriculé en el programa de estudios de jazz y me encantó.

A pesar de que solo tienes 22 años has sido calificada como la sucesora de mitos como Ella Fitzgerald o Billie Holiday. ¿Sientes la presión y expectativas puestas en ti?
Sí que sentía presión en mis comienzos, pero ya no la percibo. Si me pongo presión para llegar a su nivel sé que nunca lo lograré, así que tengo que crecer a mi propio ritmo. Lo mejor que puedo hacer es aprender de ellas como he estado haciendo hasta ahora y continuar evolucionando.

voz

PULSA AQUÍ para seguir leyendo…