El famoso fabricante suizo de relojes y la empresa alemana forman tándem una vez más para lanzar un reloj con alma automovilística.
Para entender la historia de este acuerdo, hay que retomarse a finales de los años 60’ del siglo pasado cuando, el piloto y vendedor de Porsche Jo Siffert llegó a un acuerdo con la marca suiza para estampar su logo en el mono de competición y llevar siempre en la muñeca un Tag Heuer.
Eso fue el inicio de algo que se volvería cada vez más común, ver a famosos corredores con un reloj de la entidad en sus muñecas. Steve McQueen llevó el Heuer Mónaco en el rodaje de la película de “Le Mans” e incluso ambas compañías se unieron en la temporada 2019-2020 para crear una escudería que actualmente compite en la Fórmula E, un ejemplo también del compromiso que muestran ambas marcas por el medio ambiente adentrándose en un mundo (el de los coches eléctricos) que para Porsche no es nuevo, ya que hace poco lanzó su primer coche eléctrico
Una vez conocida la historia sobre las numerosas y sorprendentes uniones entre una marca de relojes y un fabricante de coches, podemos entender la creación de este novedoso Tag Heuer Carrera Porsche Cronograph como el último producto de una gran relación entre ambas compañías.
El motivo del lanzamiento de este producto, según afirman ambas entidades, es la creación de un reloj que combine rendimiento, calidad e innovación que son algunas de los valores que abanderan y con los que se sienten identificadas las marcas.
Este cronógrafo está conformado por una gran esfera de 44 milímetros recubierto de un bisel de acero inoxidable en el que se encuentra serigrafiado el logo de Porsche con la tipografía clásica del fabricante.
Desde el principio, la idea básica sobre la creación de este reloj era la de que, al mirar la hora, te transporte al interior de un Porsche. Por ello la elección de muchos de los materiales y adornos como el acabado de la esfera con “efecto asfalto”, la correa conformada por una hilvanada piel que recuerda al interior de cualquier la marca o con un brazalete de líneas de eslabones que pretenden recordar a una pista de carreras. Además, los dígitos de estilo arábigos como en el panel de mando de un deportivo alemán.
La elección de los colores y la estética de la esfera y las manecillas tampoco ha sido fruto del azar. Tanto la mezcla de rojos negros y grises, como el detalle del símbolo en la corona, se han escogido como homenaje a la estética de los Heuer clásicos.
La presentación del producto también esta bastante cuidada con unos elegantes materiales que conforman una caja negra hecha a medida para el reloj y un interior en rojo con ADN Porsche. Pero no todas lo destacado de este producto reside en su fachada, ya que la milimétrica ingeniería del reloj al más puro estilo suizo hace que tenga una precisión absoluta y una marcha de hasta 80 horas.
El precio de salida será de 5.500 €, convirtiéndose así en uno de los Tag Heuer más caros que ofrece la marca, pero que sin embargo no parece un coste demasiado desorbitado teniendo en cuenta el precio de otros productos de la marca y la exclusividad de este en concreto.
Según afirman desde Tag Heuer y Porsche, el lanzamiento de este producto no es más que la parrilla de salida que da inicio a algo más grande. Las relaciones entre ambas compañías ya sabíamos que eran buenas, pero este tándem que a muchos puede sorprender en un principio, parece que nos tiene preparados más proyectos novedosos de cara al futuro.