Los sitios favoritos de Diego Guerrero

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El chef  Diego Guerrero (Vitoria, 1975) comienza en los fogones del restaurante el Refor. En 2002 llega a Madrid para hacerse cargo de la cocina del Club Allard mientras compagina con su labor didáctica en Kitchen Club. En 2014 lanza su propio restaurante DSTAgE y en 2019 abre su segundo local en la capital, Dspeakeasy. Diego desvela para White Paper by, sus cinco pistas esenciales. Su entrevista la puedes leer entera en la revista.

Un sitio donde perderse. «Si es perderme en plan sólo donde no me encuentre nadie, me iría a Costa Rica. He estado en sitios allí en los que no había casi nada. El mar una cabaña y poco más. También me gusta perderme en Galicia y, cruzando la frontera, en Sagres Portugal».

Un restaurante que frecuentas. «Hay restaurante a los que voy poco por una cuestión de tiempo, pero he tenido mucha suerte porque, viajando tanto, igual no los hubiera conocido. Me gusta Mugaritz, y también me gusta mucho ir a Enigma… Y aunque digo mucho, la verdad es que he ido dos veces, pero conocerlos ha sido una experiencia, es algo que merece la pena, es muy inspirador. También me encantó visitar Noma.  Estos tres sitios son muy inspiradores para mí. Me identifico mucho con cómo piensan, como afrontan las cosas… Los admiro muchísimo. Pero por mi trabajo, voy mucho menos de lo que me gustaría».

Una tienda. «Hay una tienda que me gusta mucho, que no me acuerdo del nombre porque para ciertas cosas yo soy muy de Iconos, y en esta venden Levis antiguos los de la E mayúscula, que son de los años 60. Creo que el señor que lleva el negocio es vietnamita y me encanta, porque para él son auténticas joyas».

Una librería. «Amapolas en Octubre, sin duda. Es una librería donde también pasan cosas. Es el concepto romántico de librería que me gusta mucho porque se hacen tertulias y demás. La cultura de barrio es algo importante porque tengo todo aquí al lado y, al venir de una ciudad pequeña, haces mucho barrio. Voy andando a todas partes, lo vivo y me relaciono así».

Un rincón de Madrid. «El Retiro. Cuando siento la necesidad de dar una vuelta me voy al parque. Cuando te dedicas a un trabajo en el que estás con mucha gente, yo por mi forma de ser necesito estar solo a veces, para no oír ruido, para oír mi propio ruido, o para pensar que a veces me viene muy bien».