Baleares: mucho más que playa

Soñando con Baleares

Ahora que estamos empezando a atisbar el sol primaveral, resulta inevitable empezar a soñar con las vacaciones de verano. Visiones de sol, playa y brisa marina invaden nuestras mentes al mirar por la ventana de la oficina. ¿Y si este verano visitamos las Islas Baleares?

Las Baleares han fascinado y acogido a innumerables artistas a lo largo de la historia. Joan Miró, Chopin o Jorge Luis Borges son solo algunos de los nombres que nos vienen a la mente a pensar en figuras que se empaparon de la esencia del maravilloso paraje balear para hallar inspiración. Muchas veces cuando pensamos en esta increíble región de nuestro país, fallamos al darnos cuenta de que tiene mucho más que ofrecer a parte de fiesta y playa. Y es que a decir verdad, las Islas Baleares ofrecen una confluencia de estilos y épocas en su patrimonio cultural ante los que nadie puede quedar indiferente. 

Formentera: Capilla Sa Tanca Vella

Esta capilla data de 1369 y está dedicada a San Valero, uno de los santos más populares de la corona de Aragón. Este fue el lugar de reunión de los repoblares de Formentera llegados de Ibiza. 

La piratería y las epidemias de peste hicieron que a los largo del siglo XIV la población de esta isla balear fuera escasa. En 1353, el rey Pere el Cerimoniós establece que Formentera ha de ser habitada, por lo que ordenó construir la Capilla Sa Tanca Vella. El edificio cosiste de una pequeña sala con bóveda de medio cañón con muros de mampostería. Este edificio destaca por su austeridad tanto interior como exterior. 

 

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Ibiza: Las emprendades 

Ibiza es conocida por si gran tradición de artesanía de metales preciosos. Es destacable esta labor en los trajes tradicionales, con los que las mujeres exhiben emprendades sobre el pecho. Estas cadenas son consideradas verdaderas obras de arte de la joyería ibicenca. 

Las emprendadas son la pieza más llamativa del traje tradicional ibicenco. Cadenas, cruces y reliquiarios elaborados aún hoy en día a mano, contribuyen a que el traje en su conjunto sea una joya imposible de no mirar. 

En su origen estas joyas se empleaban como dote de las mujeres que se iban a casar. Según la tradición, las niñas reciben si primera emprendida el día de su Comunión. Esa primera cadena se iba completando a lo largo de los años hasta la edad del cortejo. Sin embargo, contrario a lo que se pueda pensar en un primer momento, esta no era una joya que se dejara guardada en casa, si no que era habitual ver a las ibicencas subiendo sus emprendadas en las misas dominicales, procesiones o bailes. 

Actualmente, la mejor manera de admirar su conjunto es acudir a los bailes de payeses que tienen lugar en la isla balear con motivo de fiestas patronales u otros eventos. 

 

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Menorca: Canteras Pedreres de s’Hostal 

Este conjunto de canteras fue declarado Bien de Interés Cultural en 1997. Esta joya natural es es un laberinto de visita indispensable. Este conjunto de canteras forman un asombroso laberinto natural en el que descubrir las formas que han dejado los talladores manuales sobre la piedra de mares, una roca que ha sido utilizada como material de construcción en la isla desde la cultura megalítica hasta hoy.

Pero aunque parezca mentira, estas canteras baleares no han sido siempre valoradas. En 1995 la asociación Lithica empieza a revalorizar el espacio llevando a cabo una importante labor de recuperación, pero hasta ese año, las canteras se utilizaban como vertedero. 

La zona está dividida en dos grandes espacios preincipales: la cantera e extracción manual, dejando al descubierto admirables espacios tallados a mano por canteros, y la cantera de extracción mecánica, de formas cúbicas y rectas. Además, en verano se hace uso de este espacio como paraje para conciertos y actividades culturales. 

 

Mallorca: Castillo Capdepera 

Este castillo era considerado el núcleo originario de la isla. El edificio data del siglo XIV y su objetivo era tener una visión estratégica para controlar la zona y la comunicación marítima con la isla de Menorca. Este castillo balear es un complejo formado por distintos edificios y estilos, entre los que se encuentran la torre de Miquel Nunis (siglos X-XI), ubicada en el punto más alto del recinto; la extensa muralla gótica (terminada en 1386) y la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza (siglo XIV con ampliaciones en el siglo XVI).

Al cabo de cuatro siglos de su orden de edificación, el castillo se convirtió en cuartel militar hasta 1854 y no fue hasta 1983 cuando fue donado al ayuntamiento de Capdepera.

 

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