El Museo Guggenheim Bilbao lleva 25 años siendo un icono de cultura. Para celebrarlo, pone en relieve obras atesoradas a lo largo del tiempo hasta el 26 de febrero.

Asentado en el territorio vizcaíno, el Guggenheim ha enriquecido Bilbao con sus aportaciones estéticas y patrimoniales. Por 25 años ha logrado enriquecer la ciudad con un dinamismo cultural y artístico impresionante que vive en su fachada de imponentes curvas y en las piezas de gran valor histórico que contiene.
Para celebrarlo, se presenta la exposición Secciones / Intersecciones. 25 años de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao comisariada por Lekha Hileman Waitoller, Manuel Cirauqui, Geaninne Gutiérez – Guimarães, Lucía Agirre y Maite Borjabad. Una muestra que parte del arte moderno y contemporáneo para evocar la conexión entre lo local y lo internacional, así como la relación del arte con las esferas de la actividad humana.
El Guggenheim Bilbao convoca un diálogo sobre temas claves de nuestro tiempo a la vez que promueve el disfrute estético y la escena cultural. Con el patrocinio de BBK en miras del compromiso con la sociedad a través del fomento en la creación y difusión del talento sumado a la divulgación del arte para el entendimiento de nuestra historia.

Guggeheim Bilbao en plenitud
El aniversario llena todas las salas del museo en la forma de un gran tríptico expositivo donde tres aproximaciones temáticas dialogan entre sí para hacer que el espectador descubra la colección que ha guardado el Guggeheim desde sus inicios hasta hoy.
El aniversario llena todas las salas del museo en la forma de un gran tríptico expositivo donde tres aproximaciones temáticas dialogan entre sí para hacer que el espectador descubra lo que ha guardado el Guggeheim desde sus inicios hasta hoy.
Las propuestas tendrán su propio concepto y se conjugarán con las demás para que surja un espacio múltiple entre las distintas geografías, temporalidades y áreas de interés. Cada planta albergará piezas transcendentales de artistas de renombre internacional y nacional para terminar con una visión completa y novedosa de la colección.
Primera planta, sala 103: Yayoi Kusama
La artista y escritora japonesa Yayoi Kusama, pionera de la creación contemporánea, entra con su Infinity Mirrored Room a la sala 103 del Guggenheim Bilbao. Una pieza inmesiva que proyecta sus alucinaciones y la necesitad de la “auto obliteración”. A través de los juegos con las luces y el color crea un espacio infinito que reescribe su concepción del arte como medio para el cambio social en consonancia con la performance, pintura, dibujo, escultura y literatura.


Primera planta, sala 105: La vida material
El Arte Povera o el conceptualismo es propio de los desarrollos artísticos actuales que están condicionados al papel de la tecnología. El nuevo panorama se conforma entre lo natural y lo construido, en la influencia de lo ecológico y los avances en una nueva forma de mirar la materia. Artistas como Doris Salcedo, Gehard Richter, Mona Hatoum, Richard Long, Asier Mendizabal, Susana Solano, Itziar Okariz o Rodney Graham. Reformulan estas consideraciones para crear, en la sala 105, un paisaje que reconoce la fuerza del pasado y de la inagotable reinvención. El Guggenheim plantea con La vida material:
“La discrepancia cultural sobre el número de elementos -que eran cuatro para la Grecia antigua y aún para la alquimia barroca; siete en la cosmología tradicional de China; cinco en la filosofía india- impone de entrada una libertad interpretativa que deja mucho espacio a la especulación y la invención.”


Segunda planta: Desplegando narrativas
El relato que define a una obra narrativa puede articularse entorno a temas y personajes, objetos y materiales cotidianos que definen a la cultura o a ficciones que involucran al espectador para complementarla o cuestionarla. Estas “grandes narrativas” vieron su oposición en 1979 cuando el filósofo Jean François Lyotard sugirió una suerte de micronarrativas o “petit récits”. Bajo esta perspectiva las representaciones se invocan en lo fragmentado de la multiplicidad cultural, en lo personal.
La segunda planta recoge veinte artistas que adoptan esta nueva perspectiva. Entre 1957 y 2019 transformaron el potencial visual y poético de la narratividad en medios como pintura, escultura, fotografía, obras de papel e instalación; para crear historias que se expanden en las infinitas posibilidades. Como es el caso de las obras de Miguel Barceló, Jenny Holzer, Abigail Lazkoz, Juan Luis Moraza, Juan Muñoz, Ernesto Neto, Javier Pérez, Antonio Saura o Julian Schnabel. Y, otros que profundizan en las manifestaciones performativas y corporales a través del tema, la técnica y el material, como los trabajos de Yves Klein o Yoko Ono.
Las galerías se presentan a modo de capítulos que corresponden a cronologías, movimientos y estilos agrupados temáticamente: Enmascarando las identidades, Transcendiendo lo espiritual, Perteneciendo a una memoria, Los modos de expresión, Estados ambiguos de las realidades y Estados de transformación.






Tercera planta: Marcando la historia
Esta muestra tiene como eje la arquitectura de Frank Gehry y una selección de obras que fueron claves en la historia del arte tras la segunda guerra mundial. Se aprovecha la luz de los espacios diáfanos del Guggenheim Bilbao, para resaltar las figuras de vanguardia. Willem de Kooning, Mark Rothko, Lee Krasner, Clyfford Still, Robert Motherwell y Ellsworth Kelly, se encuentran en una sala dispuesta a la abstracción de posguerra en Nueva York.
Nuevos lenguajes, serigrafía y la utilización del texto en la obra es el sentido que se imprime en otra sala con obras de John Chamberlain, Cy Twombly, Robert Rauschenberg, Sigmar Polke y Jean-Michel Basquiat. Hasta llegar a otra donde el apabullante interés por los medios de comunicación de masas y la cultura popular hacen ruido en las piezas de Andy Warhol, Gilbert & George, James Rosenquist y Jeff Koons.
En la siguiente habitan distintas generaciones y lenguajes que manifiestan preocupaciones sobre el espacio y los materiales. Es el caso de los artistas españoles, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Antoni Tàpies, Pablo Palazuelo, Cristina Iglesias y Juan Uslé.
Hasta llegar a la última adquisición que ha ingresado en la colección: Mar creciente del artista africano El Anatsui. Recoge la cultura y medio en la medida en que su técnica consiste en convertir tapones de botellas de licor en grandes esculturas de metal. En su trabajo participa una comunidad de personas para crear esculturas monumentales y revelar su estética contemporánea global.

Toda la muestra irá acompañada de actividades como el Proceso creativo Intersecciones con la danza, el 5 de noviembre, donde los jóvenes bailarines de Sekai explicarán su interés y energía en las coreografías. La Break In Art. Intersecciones con la danza, el 6 de noviembre, para dar paso a las muestras de coreografías locales y celebrar con el público la diversidad y riqueza de la colección.
El Recital de arpa y poesía Kairós, el 18 de diciembre, con la arpista francesa Romana Di Nicola y el poeta Juan Kruz Igerabide para homenajear la idea del tiempo en la instalación de Richard Serra. Y, la Activación del Árbol de los deseos de Yoko Ono, el 31 de diciembre, en la que los espectadores puedan compartir sus deseos futuros que serán expuestos hasta fin de año.