Con una mirada que fusiona lujo, fotografía y una reflexión sobre el poder femenino, la firma parisina Messika lanza su nueva campaña para 2025. Esta vez, la dirección creativa corre a cargo del reconocido fotógrafo y director artístico Ezra Petronio, quien aporta una estética sobria, pero contundente y centrada en la autenticidad.

Protagonizada por Bibi Breslin, Rosalieke Fuchs y Fei Fei Sun, la campaña busca alejarse de los estereotipos convencionales de belleza para celebrar un tipo de feminidad más real, singular y diversa. Las tres modelos fueron elegidas por su carácter y presencia escénica, más que por una estética uniforme, en línea con una industria que empieza a valorar más la expresión individual que la perfección normativa.

La propuesta visual de Petronio, con un uso marcado del flash y una iluminación directa inspirada en los años 70, retrata a estas mujeres para esta campaña con una honestidad que rara vez se asocia al mundo de la alta joyería. El resultado son retratos intensos y minimalistas donde la luz, la textura del metal y la expresión corporal tienen tanto peso como las piezas que visten.
Según Valérie Messika, fundadora y directora creativa de la firma, esta campaña marca un nuevo capítulo para la Maison. «Su mirada revela con belleza la alquimia entre estilo, feminidad y las joyas de Messika. Una búsqueda de la esencia y la fuerza que define a la perfección nuestras creaciones”, afirmó al respecto.
En el centro de esta campaña se encuentra la colección Move, una de las más reconocidas de la marca. Este año, Messika introduce un nuevo acabado llamado Move Ciselé, que apuesta por un oro trabajado artesanalmente con una técnica de cincelado que genera superficies irregulares, casi textiles, capaces de capturar y reflejar la luz de forma sutil. Cada pieza se talla a mano, lo que introduce una dimensión más escultórica en las joyas, hasta ahora conocidas por su fluidez visual y su elegancia.
Para la fundadora de la marca, este nuevo enfoque busca explorar la materia desde una perspectiva más táctil, más cercana al trabajo de los diseñadores de moda. La técnica del cincelado manual se convierte aquí en un medio para renovar los códigos estéticos de la marca a través de un trabajo profundamente artesanal. Además, se relaciona con la moda porque este efecto texturizado evoca el terciopelo de seda al ser una superficie que capta y refleja la luz de manera sutil.

Específicamente, esta textura se ha aplicado a los diseños Move Noa y Move Classique y para lograrlo el joyero debe seguir un proceso manual detallado. Primero prepara la superficie del metal puliéndola con una fresa recubierta de polvo de diamante. Luego, con un cincel fino, talla el material controlando la presión, la curvatura y el ángulo. Al final, dispuestas como una malla entretejida, las muescas forman un patrón de relieves y hendiduras, dando a cada pieza una identidad artesanal única.


Con esta campaña, Messika parece querer marcar distancia de las campañas aspiracionales habituales, optando por un lenguaje visual más contenido y reflexivo. La marca quiere situar a la joyería no solo como adorno, sino como parte de un diálogo más amplio sobre identidad, forma y presencia.