
Amanecer y ver las cortinas blancas bailar en un marco de arquitectura morisca para luego pasearse por los románticos jardines y dar vueltas por las fuentes adornadas con pétalos de rosas, es una realidad completamente posible en L’Hôtel Marrakech. Un histórico riad privado del siglo XIX que se encuentra en pleno corazón de la Medina de la ciudad roja. Originalmente era la parte central del palacio Caidal, ahora es un espacio mágico de cinco suites amplias y coloridas que guardan la infraestructura de estas casas marroquíes tradicionales.



Su propietario, Jasper Conran, combina la tradición con la elegancia de los hoteles de la década de 1930. L’Hôtel Marrakech tiene muebles antiguos, telas, iluminación y obras de arte de la colección de Conran, que dan al entorno la sensación de estar en un palacio artesanal acompañado de un amplio jardín y una piscina que recrean perfectamente un oasis.



Su restauración tenía como principio crear una atmósfera de esplendor atemporal y relajado que se logró de la mano de artesanos locales y materiales tradicionales. Así se consiguen unas terrazas privadas acompañadas con cortinas de gasa blanca que ondean y combinan con las paredes encaladas y los altos techos zouak.



La serenidad se logra de manera sencilla en un interior decorado con tonos cálidos y suaves. Se complementa con las extraordinarias vistas a la cordillera del Atlas y la silueta urbana de Marrakech. Bajo la pérgola y entre flores de azahar, las higueras, un bosque de madreselva, buganvilla, jazmines y rosas perfumadas; las comidas y el té se degustan con placer y dan la impresión de estar viviendo dentro de una película.



L’Hôtel Marrakech acaba sus días con una noche fresca en el salón comedor donde se sirve comida tradicional marroquí, se escuchan las melodías de la ciudad y los sonidos hipnotizantes del laúd árabe. Es un alojamiento que se ha ganado el puesto de los mejores hoteles del mundo según Condé Nast Traveller Reino Unido y que ha generado innumerables críticas positivas, como la opinión de Hamish Bowles para Vogue USA:
“L’Hôtel Marrakech, un oasis en medio de la vibrante Medina. ¡Un lugar FABULOSO! ¡No puedo esperar a volver!”


