La ciudad isleña de Las Palmas abre sus calles como los libros y arte que corren por sus venas
Hay tanto amor hacia las ciudades en las que uno nace. Nuestras canciones, siempre de voz en boca y con la mano en el corazón, han mostrado las cualidades que las hacen tan grandes. Desde los campos Elíseos y el cielo de París en el que nos enamoramos, pasando por la Gran Manzana y su jungla de cemento donde los sueños se hacen realidad, visitando el color especial de Sevilla para alzar la vista y ver al otro lado a una isla que nos da recuerdos sin siquiera estar en ella, una isla que no termina de desvelar sus secretos.
Porque, plasmado al papel, varios escritores han dedicado las más bellas historias hacia Las Palmas de Gran Canaria: prosa sobre su clima apacible, versos sobre la calidez de su gente y sus costumbres regionales, óperas a su gastronomía y a sus especies endémicas de fauna y flora… Hoy en día, se ha transformado en una ciudad cosmopolita que se enorgullece de su tradición literaria y artística. Es por ello que la red de bibliotecas la Ciudad Escrita retoma su actividad con fragmentos de literatura alrededor de la ciudad en un viaje completo por la ciudad.
Entre líneas
Por sus calles paseaba Benito Pérez Galdós, un escritor que seguía siempre una ruta en su ciudad natal que hoy está subrayada en todas las guías turísticas, pues en ella se podrá disfrutar de la presencia de la Catedral, el Palacio de Justicia o el Teatro que lleva su nombre. Tras 46 tomos de Episodios Nacionales y clásicos como Fortunata y Jacinto y Doña Perfecta, la influencia de su ciudad natal se puede notar en su escritura.
Aunque ni siquiera hace falta ser de Las Palmas para que la ciudad se funda en tu interior. Tanto Agatha Christie como Carmen Laforet son testigos de cómo la ciudad te agarra de la mano y te invita a no dejarla una vez estés en ella. Una Señorita de Compañía y La Isla y los demonios fueron producto de su calma, su leve bullicio de mareas mansas y la sombra del draco. “Un lugar ideal para mudarse”, la llamaban, digna de minuciosa apreciación de todas sus maravillas.
No puede haber un mayor símbolo de este crisol de literatura y arte de la ciudad que El Gabinete Literario. Ya sea por su fachada, los salones de baile francés con toques modernistas en el interior o sus más de 14000 volúmenes, han proporcionado a la isla de sus mejores escritores, de entre ellos una intrigante selección de novelista negros que han sumergido a la ciudad de misterios, historias y detectives. Alexis Ravelo y La estrategia del Pequinés, Luis Correa y su detective Ricardo Blanco son solo una pequeña muestra de la rica tradición que se desprende de Las Palmas.