Puede que un siglo sea mucho tiempo, pero la forma de expresar los sentimientos siempre es la misma, sin importar el año en el que nos encontremos. Esto es lo que ha pasado con Edvard Munch, un maestro del Expresionismo, y Tracey Emin, una de las artistas que ahora mismo se encuentran más en auge.
La complejidad a la hora de compartir sentimientos tan profundos y trágicos como la pérdida, traumas personales o la representación de la mujer, es lo que ha unido a estos dos artistas con 100 años de diferencia en su nacimiento: Munch vivió desde 1863 hasta 1944, mientras que Emin nació en 1963. Por ello, la Royal Academy of Arts de Londres ha querido presentar ambas ideas en la exposición “La soledad del alma” que cerrará sus puertas el 28 de febrero.
El arte de ambos
El noruego Munch es reconocido como pionero de un nuevo estilo radical: el expresionismo, y sus obras se definen como un examen de la vida emocional que se siente de manera muy intensa. La británica Tracey Emin trata de expresar la trágica vida interior y estado psicológico con el que tiene que convivir tras haber pasado un cáncer de vejiga. Con el objetivo de representar esta unión, la artista ha seleccionado 18 óleos y acuarelas, los cuales han sido extraídos de la colección de Munch en Oslo, para exponerlas junto a 25 de sus obras más recientes, entre las que se incluyen pinturas, neones y esculturas.
Al observarlo junto se puede apreciar como los territorios oscuros y las emociones completamente crudas nos llevan a sentir el dolor, la pérdida y el anhelo que los artistas atraviesan.