La intimidad de Sabina en «Sintiéndolo mucho»

El 17 de noviembre se estrena en cines la película documental de Joaquín Sabina. “Sintiéndolo Mucho” es una propuesta sobre la cara más íntima del cantautor bajo la mirada del director Fernando León de Aranoa.

La intimidad de Sabina en "Sintiéndolo mucho"

Hay documentales que le permiten al espectador olvidarse de estar sentado en la butaca del cine, es el caso de Sintiéndolo mucho, una película que por ratos confunde y te vislumbras en algún asiento de la casa de Joaquín Sabina en Madrid compartiendo un whiskey. Puede que este efecto tan ilusorio sea el resultado de casi quince años de rodaje dirigido por Fernando León de Aranoa. Advierte que, para crear un documental totalmente sincero y transparente, donde se pierda la figura del personaje y solo quede la persona, había que estar en todos lados, grabarlo todo y exponerlo tal cual.

Sabina y Fernando León

Es una tertulia entre amigos, con una confianza que se hace evidente y permite conocer a uno de los mayores íconos de la música española sin tapujos ni vergüenzas. En palabras de Fernando León, “debe ser una de las pocas oportunidades en las que el documentado es menos pudoroso que el documentalista.” Define esas conversaciones sostenidas en la intimidad de sus espacios como un privilegio que ahora llega al público para mostrar a Joaquín cuando no es Sabina.  

“Hay emoción en cada gesto de Joaquín, en cada reflexión, en cada instante compartido. La pulsión de sacarle el máximo partido a todo lo vivido, convertirlo después en una forma de arte y compartirlo con el público. En el fracaso y en la celebración, en el hallazgo de una rima, de un verso, hay emoción. Sintiéndolo mucho recoge en realidad una forma de vivir, de experimentarlo todo con intensidad, de que nada te sea indiferente.”

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Sintiéndolo mucho es una obra donde Sabina nos invita a entrar en su cotidianidad y repasa a aquellas personas y momentos que lo hicieron poeta, maestro de la canción popular y el cuento cantado y una figura indispensable en la música contemporánea. Desde su nacimiento e infancia en Úbeda (Jaén, España) en 1949, sus comienzos, su pasión por los toros; hasta el proceso de creación de sus canciones, la influencia de los mariachis y los sentimientos que lo acompañan cuando va a subirse a un escenario y cuando lo pierde, como en el caso de su accidente en el Wizink Center de Madrid en 2020.

Su humanidad se desdibuja en todo lo que, como oyentes, se nos pierde de un artista. Sus inspiraciones, dolores, temores y pasiones quedan expuestos en cada minuto del documental. En donde canta para sus amigos, pero también para el espectador sus canciones más famosas permitiéndonos conocer el contexto en el que fueron creadas. Piezas como Cristales de Bohemia, Contigo, Atocha o 19 días y 500 noches, adquieren ahora una nueva interpretación que toma de la relación con su padre, también escritor de una poesía avergonzada y escondida o su fiel creencia de que el tema que acompaña la mayoría de las canciones no es el amor, al contrario, el desamor.

Sabina asegura que “la vida domestica no sirve para escribir canciones” y quizás por esta razón a preferido vivir sin limitaciones, ni siquiera ahora con 70 años cuando sigue sin verse con el corazón o la cabeza de su edad. Puede ser esa la razón de que su objetivo sea envejecer sin dignidad. 

Cree que todo lo que arranca debe comenzar con buen verso y en esta película lo consigue con un humor contagioso y transparente que saca la risa de quien la observa. Se aleja de cualquier rasgo de solemnidad mediante un relato áspero, profundo y ligero. Todas las partes contienen su esencia, una que era desconocida antes y que hora cobra sentido.

No tengo nada que olvidar de mi pasado
Por eso espero que el olvido no se olvide de quien fui
He dado más de lo que algunos me han robado
Sin olvidar a la que se olvidó de mí
Siempre he querido envejecer sin dignidad
Aunque al fusil ya no le quede ni un cartucho
Si el corazón no rima con la realidad
Cambio de rumbo, sintiéndolo mucho…
Sintiéndolo mucho
Juaquín Sabina
Leiva y Sabina

Fernando León de Aranoa, guionista, director, documentalista y productor; ganador de 4 Goyas a mejor dirección, 2 a mejor película, 3 a mejor guion, supo mostrar la calidad de su amistad con Sabina al representar la plenitud que lo conforma. Así como Leiva, músico, productor y amigo del protagonista, supo atravesar las escenas del documental con su música y crear, junto a Sabina, la canción que cierra la película y posee el mismo título. Todos bajo la colaboración de la productora Reposado, BTF Media y Sony Music Spain distribuida por Avalon y su participación de Movistar Plus+