La historia de unas obras extraordinarias
Del domingo 19 al domingo 26 de junio de 2022, BRAFA acogerá en Brussels Expo a 115 galerías, seleccionadas minuciosamente para presentar un circuito que recorrerá más de 5.000 años de historia. Se ofrecerán a los coleccionistas de arte entre 10.000 y 15.000 obras, que abarcan desde la arqueología hasta el arte y el diseño contemporáneos. Varias de ellas cuentan con una historia excepcional, ya sea por su procedencia, su conexión con otro artista o una anécdota particular.
RUEB MODERN AND CONTEMPORARY ART (ÁMSTERDAM)
William Degouve de Nuncques, un Simbolista belga, expuso regularmente con el famoso grupo de artistas “Les XX” y La Libre Esthétique. De 1900 a 1902 vivió en Mallorca y entabló amistad con los artistas catalanes Santiago Rusiñol y Joaquím Mir, lo que daría lugar a importantes intercambios entre artistas españoles y belgas durante los años siguientes. Fue en Mallorca donde el artista creó sus paisajes más vibrantes. Estaba fascinado por la belleza de la costa de Cala San Vicente, con sus formaciones rocosas rosadas y blancas, tan magistralmente plasmadas en el cuadro que aparece arriba.
CHAMBRE PROFESSIONNELLE BELGE DE LA LIBRAIRIE ANCIENNE ET MODERNE (BRUSELAS)
Este manuscrito iluminado de Paul Eluard se compone de ocho gouaches abstractos y simétricos originales, obtenidos mediante pliegues, a la manera de las manchas de tinta de los tests de Rorschach. Cada gouache va acompañado por uno o dos versos autógrafos, escritos con tinta, de “Sept poèmes d’amour en guerre” (“Siete poemas de amor en guerra”), una colección de poemas de la resistencia, publicada clandestinamente por el poeta francés bajo el seudónimo Jean du Haut a finales de 1943.
AXEL VERVOORDT (WIJNEGEM)
La obra de José Zanine Caldas es un testimonio del poder de la madera natural y su belleza como material. Sus sillas están talladas en madera maciza, en la tradición del escultor clásico que convierte un bloque de mármol en una estatua. Pionero de la preservación de las masas forestales y de la ecología, siempre insistía en que se plantara un árbol nuevo cada vez que se talaba otro para uno de sus proyectos. Escribió varios ensayos acerca de la relación entre las selvas y el pueblo de Brasil, encontrando su inspiración en sus conocimientos sobre la historia de la arquitectura, la filosofía y las leyendas populares locales.
BAILLY GALLERY (GINEBRA)
En el verano de 1906, Georges Braque y Emile-Othon Friesz decidieron pasar sus vacaciones en Bélgica, y fue precisamente durante ese viaje cuando empezaron a afianzarse en sus obras respectivas los principios expresivos característicos del Fauvismo. Se quedaron en Amberes a orillas del Escalda, en la entrada del puerto, y acabaron interesándose exclusivamente por las escenas marítimas, dirigiendo su investigación artística hacia la emancipación del color. Inundado de luz, este cuadro se caracteriza por su gesto libre y su estallido de colores puros. Emile-Othon Friesz presenta aquí una vista única del puerto de Amberes, observado desde la terraza del antiguo casino “Le Kursaal.”
COLLECTORS GALLERY (BRUSELAS)
A finales de la década de 1950 comenzó en Bélgica una hermosa colaboración artística, basada en el encuentro de los estudiantes de orfebrería de la Escuela de Artes y Oficios de la Abadía de Maredsous con el joyero belga Fernand Demaret y su esposa Liliane, radicados en Bruselas, quienes contrataban a los alumnos más aventajados, dejando rienda suelta a su creatividad. Este collar de oro de 18 quilates, con su diseño biomecánico abstracto, engarzado con un gran doblete de ópalo, diamantes y una perla, es una de las obras maestras ejecutadas por Claude Wesel, el alumno más destacado de esta escuela.
GALERIE ALEXIS PENTCHEFF (MARSELLA)
En junio de 1939, a petición de Julien Levy, un marchante de arte americano afín al Surrealismo, Salvador Dalí imaginó un pabellón llamado el “Sueño de Venus” para la Feria Mundial de Nueva York, al que se accedería a través de dos columnas con forma de piernas femeninas. La taquilla para adquirir la entrada se encontraría ubicada en una cabeza de pescado situada entre ambas. Fue en ese contexto en el que Dalí concibió un proyecto para un cuadro vivo titulado “El sueño de Venus,” representando la feminidad y el arte de la seducción mediante bustos desnudos en los que la mujer se acicala mirándose al espejo.
