Félix Sabroso, estrena este mes de Octubre en el Teatro Calderón de Madrid, una nueva obra de teatro, con los mismos actores del Amor sigue en el aire y Cayetano Fernández que se ha unido a esta producción. Se conocen muy bien todos, son muchos años juntos trabajando y de bolos, además de ser grandes amigos
Félix, al que en este primer número de la revista se le dedica un reportaje, en el que habla en primera persona de sus comienzos, su vida en Canarias y la llegada a Madrid, como es la situación ahora y como ve el futuro, escribe sus obras de teatro desde las vivencias, la observación, la lectura y las referencias. En esta obra, como en las anteriores, sin dejar de ser una comedia, tiene un trasfondo que no deja de llevarte a la ternura y un poso de tristeza, siempre desde la distancia, recrea en sus personajes de género chico en divas, chulos, horteras, que representa muy bien la España de principios de los 90, cuándo la revista como subgénero teatral, al igual que el cabaret o el vodevil, empezaba a decaer en España, todas esas actrices y actores incluida la vedette como la parte importante en la que se centraba la trama y era el gancho para el espectador, que representaban y habían sido en su momento ídolos de una gran parte de la población, véase, Lina Morgan, María José Cantudo, Manolita Chen o Esperanza Roy, las compañías de este género tienen que empezar a pensar en como seguir adelante y en el cambio que tienen que realizar, para seguir subsistiendo.
De este periodo a primeros de los 90 va esta obra de teatro musical, en la que Bibiana Fernández, Mario Vaquerizo, Manuel Banderas, Marisol Muriel, Alaska y Cayetano Fernández se suben al escenario, mostrándonos como era la sociedad entonces, esa sociedad española, inmersa en preparar las olimpiadas del 92 y la Expo, donde los grandes empresarios de pelo engominado eran las figuras a seguir y marcaban el prototipo de hombre triunfador, dejando atrás todo lo que olía a populismo.
Si miramos hacía atrás, la revista surge a través de piezas cortas de Zarzuela y obras de teatro montadas de un solo acto, en el cual los productores y dueños de los teatros, empiezan a crear y de esta manera no hacer producciones tan caras y sacar mayor rendimiento a la función, ya que su montaje y los actores/cantantes, podían actuar diariamente, sin tener que forzar la voz, con el paso del tiempo la revista se convirtió en un espectáculo de grandes producciones y fue dejando de lado a la Zarzuela.
Todo la trama en la revista es a través de las canciones , los textos eran un simple complemento del argumento del espectáculo. Era la actriz/vedette la que llevaba el peso, quien representaba la sexualidad y la sensualidad, con canciones picantes y movimientos sinuosos y descarados al que se fue añadiendo un gran cuerpo de baile.
Yo soy la revista,
género francés,
la que os ha traído
bailes y cuplés.
Tengo, según dicen,
muy mala intención
y me extralimito
cuando hay ocasión.
La revista, la revista
vaporosa y modernista
que ha triunfado en todas partes
con sus bailes y cuplés.
La revista, la revista
siempre alegre, siempre lista
que se adorna y que se viste
con patrones del francés.
Fragmento perteneciente a «La eterna revista«, de Ramón Asensio Mas y Jacinto Capella con música del gran Ruperto Chapí y Gerónimo Gimenez.