La devoción de Madison

Entrevista: Carlos Megía

La mañana de nuestra charla Madison Cunningham ni siquiera tenía claro dónde acababa de despertar. El desconcierto es achacable al frenesí de una gira colmada de conciertos y a la prórroga de la noche anterior en Seattle, que provocó que la joven californiana ni siquiera supiera que dormía en un hotel flotante. “Ha sido muy guay abrir los ojos y darme cuenta de que estaba sobre el agua”, confiesa esta cantautora y guitarrista de 25 años, convertida en uno de los grandes hallazgos y tesoros del pop, rock y folk estadounidense más reciente. Tras ser nominada dos veces a los Grammy, telonear a Harry Styles y demostrar sus aptitudes en los shows televisivos de Jimmy Kimmel o James Corden, Cunningham gira ahora por todo el mundo para presentar el álbum de la ratificación de su estatus estelar. En Revealer (Universal Music Classics & Jazz), la artista ahonda en los lugares y episodios más íntimos y crudos de su vida para traerlos a la superficie haciendo gala de una honestidad –y un sonido– brutal. 

Madison
Créditos: Claire Marie Vogel
Madison
Créditos: Claire Marie Vogel

Tu disco Revealer está repleto de confesiones, intimidades y verdades descarnadas. ¿Ha sido terapéutico para ti el proceso de compartirlas y volver a ellas?
Visto en retrospectiva, no siento que me esté volviendo a enfrentar a esos momentos dolorosos. Escribí estas canciones en un momento determinado, pero creo que puedo cantarlas todavía porque ya son atemporales. Me sigo identificando con ellas, como canciones y como ideas. No fue algo terapéutico, pero sí muy difícil. Lo pasé muy mal tratando de confiar en mí, pero después ha sido un orgullo comprobar que me gusta el resultado de todo el tiempo, dolor y honestidad que dediqué a estos temas.

Hace falta mucha valentía para situarse frente al espejo y mirar nuestro propio retrato. ¿Qué encontraste tú en el tuyo?
Encontré una danza constante entre la valentía y el miedo. Primero sentía miedo y me acurrucaba en un rincón y después encontraba algo en mí lo suficientemente fuerte como para ayudarme a pasar por el trance. La música me dio esperanza para creer en unas canciones que creo que tienen coraje dentro de ellas.

¿Cómo llegó la música a tu vida y cuándo decidiste que te ibas a dedicar a ella a tiempo completo? 
Fue mi padre quien me introdujo en ella, para mí era normal verle tocando la guitarra a diario en casa. Supe desde muy pronto que me encantaba, pero no lo consideré como una opción a nivel profesional hasta los 17. Algunos amigos de mi instituto estaban en una banda y se lo tomaban muy en serio, pero yo no sabía que podía hacer de esa afición mi carrera.

PULSA AQUÍ para seguir leyendo…