La Casa Dentro es una meditación sobre la memoria, la nostalgia por lo que ya está perdido y la imposibilidad de olvidarse de todo aquello.
El contenido de la exhibición fue creado específicamente para la exhibición La Casa Dentro, y está compuesta por una serie de muebles y objetos ligeros que exploran los temas de la identidad personal y la memoria colectiva. Este trabajo artístico critica directamente los cánones del Modernismo, haciendo énfasis en su naturaleza sexuada y sus raíces en el estereotipo conservativo de la masculinidad.
La Casa Dentro está instalada en la primera planta de la Fondazione ICA y representa la selección de todos estos trabajos recién producidos.
El Modernismo se desarrolló en la mitad del siglo 20 en paralelo con las innovaciones industriales de la época, y con el desprecio de las características “femeninas” del eclecticismo del siglo 19. Arquitectos como Adolf Loos y Henry van de Velde apoyaban la simplicidad, la autenticidad y la integridad, contrastando así estos valores racionales, serios y “viriles” con las cualidades del sentimentalismo de otros previos estilos más complejos en diseño.
El trabajo de Formafantasma parte desde un punto de vista de la construcción de muebles del Modernismo, el metal tubular doblado, para así examinar de cerca la tensión entre la experiencia de vida de uno y la domesticidad, hecha en base de materiales humildes y objetos decorativos, y la comprehensión intelectual de las ideologías del Modernismo en cuanto a la arquitectura y el diseño.
Los objetos exhibidos en La Casa Dentro hacen una yuxtaposición racional, casi quirúrgica, de composiciones de metal curvado con placas de madera adornadas y pintadas a mano con patrones florales, volantes de seda, haciendo referencia a las memorias de la infancia del diseñador.
Este trabajo artístico, aunque sea extremadamente personal, sigue siendo un intento de dar una perspectiva queer a los códigos del diseño Modernista.