EL REGRESO DEL HIJO PRODIGO
Por Carlos Megía
Ya puso en pie al ilustre patio de butacas del icónico Palais Garnier como bailarín estrella y ahora pretende hacerlo como director de la compañía. Desde su nombramiento el pasado mes de octubre como director del ballet de la Ópera de París, José Carlos Martínez (Cartagena, 1969) ha visto cómo la tranquilidad de su rutina como coreógrafo freelance ha quedado relegada por una amalgama de reuniones, ensayos y espectáculos que sepultan su agenda bajo un frenesí de citas y compromisos.
“Mis días son muy intensos… En cuanto acabe la, entrevista me voy corriendo a una reunión y el sábado me voy a Corea del Sur, donde bailamos Giselle una semana allí”, precisa a White Paper By quien fuera también responsable de la Compañía Nacional de Danza de España. Evolución, motivación y espíritu conciliador son algunas de las máximas de la hoja de ruta de Martínez en un camino hacia la excelencia que, atendiendo al afán y a la pasión que transmite por el oficio, se antoja del todo inevitable.
¿Cómo es la rutina de un director del Ballet de la Ópera de París? Llévanos a tu día a día…
Los días son largos y variados, realmente no hay una rutina establecida. Tengo que encargarme de muchas reuniones, ensayos, gestión de los bailarines, la actividad social, el mecenazgo, el management… La agenda es frenética, no hay comparación con dirigir la Compañía Nacional en Madrid. Aquí hay 154 bailarines y, a veces, dos espectáculos a la vez: en la Ópera Garnier y en la Bastilla. Son como dos compañías en una. Es muy intenso.
“Siempre he conseguido más de lo que me imaginaba, así que no tengo ningún sueño pendiente. Yo empecé a bailar solo porque me gustaba, no esperaba ser bailarín de la Ópera de París y encontrarme allí a Nureyev.”
¿Es esa la mayor disparidad respecto a la Compañía Nacional de Danza (CND)? ¿Los medios y el apoyo de todos los estamentos?
Sí, en la Compañía Nacional tienes que luchar por la supervivencia: para poner en escena un espectáculo e ir de gira con él. Hay muchas cosas en su organización, en su concepción y en su relación con la Administración que están en contra de su actividad y desarrollo. La Ópera de París es una institución con más de 350 años en la que se trabaja y avanza con respecto a lo que se hizo antes. En la CND no se construye hacia arriba ni se tiene en cuenta el pasado, llega un nuevo director y cambia todo…
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