Fotógrafo, polifacético. Un hombre renacentista del siglo XXI
Jesús Rocandio es un fotógrafo conocedor de su medio y de todas las facetas del mundo de la imagen. En los años 80 abrió en Logroño (La Rioja) una de las primeras galerías de arte especializada en fotografía de toda España, Cámara Oscura, este proyecto se completó también con una escuela para dar formación en arte fotográfico.
Su carácter emprendedor hizo que este proyecto inicial fuera creciendo cada vez más y en 2007 funda el centro cultural Casa Imagen, albergado en un maravilloso edificio del siglo XVII, destinado íntegramente a la cultura, a la formación y divulgación, el centro cuenta con las últimas novedades tecnológicas para poder desarrollar cualquier creación fotográfica y audiovisual.
He estado leyendo estos días tú trayectoria, y la verdad es que me viene a la cabeza que es usted , lo que Ferran Adriá a la cocina, ha abierto el camino para explorar muchos campos dentro de la fotografía y el mundo audiovisual. Pasado el tiempo, ¿lo siente así ?
Los fotógrafos siempre hemos estado muy atentos a los cambios tecnológicos, muy pegados a la evolución de la sociedad y a los movimientos artísticos. Tecnología, sociedad y arte son carne del mismo membrillo para el fotógrafo. En mi caso sigo explorando las posibilidades del lenguaje de la imagen con la misma pasión que tenía en los ochenta.
Todavía recuerdo que al empezar en el año 1983 estábamos explorando las posibilidades que ofrecía la publicidad, en especial en imágenes editoriales tuvimos unas cuantas denuncias por escándalo público. Había un festival que se llamaba IBERPOP, que luego se convirtió en ACTUAL en el que nos denunció el decano del colegio de Abogados de La Rioja por escándalo público e incitación a la homosexualidad. El asunto era un cartel en el que dos personas se daban un beso con lengua en un garaje (muy de la época) .
A pesar de las dificultades y al igual que muchos fotógrafos, nunca bajé la guardia, ni cedí a seguir experimentando en campos que exploren las relaciones humanas. En ese sentido el estudio que dirigía mantuvo relaciones de colaboración con fotógrafos que buceaban en el mismo mar. De ello salieron colaboraciones con Oliviero Toscani, Eduardo Momeñe, América Sánchez, etc.
Mi base de trabajo es La Rioja, pero desde el primer momento mi campo de trabajo siempre fue internacional.
Otra variable fue introducirnos, (y habló en plural porque enseguida se tejió un equipo de trabajo), en el difícil mundo del arte, abriendo una galería, en el incipiente campo de la fotoconservación patrimonial y en el todavía más complejo en aquellos años, del documental de autor.