Still on Time [Aún a tiempo] 1 de junio – 29 de julio de 2023 es la tercera exposición de Javier Calleja y será presentada en Almine Rech Londres
Almine Rech Londres anuncia Still on Time, tercera exposición en solitario de Javier Calleja en la galería. Los niños expresionistas de Javier Calleja, con sus mofletes sonrosados, no son tan ingenuos como parecen. El artista español lleva años incluyéndolos en sus pinturas, dibujos, esculturas e instalaciones, donde hacen gala de una insólita capacidad para transmitir un sentimiento, una emoción o un estado de ánimo al espectador de manera inmediata. De lo que hablan estos personajes, sin embargo, y sus breves mensajes, es sincera o sagaz, es del lugar que ocupan en el mundo; y, a la vez que se adaptan al entorno contemporáneo, se burlan sutilmente de la absurdidad de época en la que están viviendo a través de escenas cotidianas poetizadas.
A pesar de coincidir con la gran retrospectiva de Javier Calleja que puede visitarse desde marzo de 2023 en el Centro Cultural Fundación Unicaja (Palacio Episcopal) de su ciudad natal, Málaga, la esta exposición presenta una veintena de cuadros y dibujos nuevos cuya cuidada disposición ofrece una síntesis rica y exhaustiva de un universo que no deja de evolucionar en ningún momento. Los personajes de Calleja, que aún son niños, o no son del todo adolescentes, a veces se resisten al mundo con ternura, y otras con una rebeldía informal, pero siempre con un sentido incisivo del humor, o con un toque de ironía.
Javier Calleja es maestro de la sátira social y del gesto minimalista, dota a los personajes de sus obras de unos ojos gigantes y de colores vivos y llamativos, y les infunde vida mediante una amplia gama de emociones que va desde la complicidad hasta la decepción, y desde el asombro hasta el nihilismo, sin descartar incluso la beligerancia.
Estos personajes profundos, con sus esperanzas y deseos, tantas veces engañados, parecen impotentes, pero nunca se rinden; al contrario, se lanzan de lleno a la vida con sabiduría y optimismo, sin dejar nunca de convertir al espectador en un cómplice ideal. Los mensajes que transmiten son cortos y, algunos ejemplos son: ¿Y ahora qué se hace?, No pasa nada, Lo mismo de siempre, Ni un paso atrás u Hoy es tu día de suerte. Estos mensajes tienen la gracia del niño que, con una mezcla de perplejidad y placer, ve algo mágico en un simple trébol de tres hojas.
A la hora de construir las escenas protagonizadas por estos personajes emblemáticos, Javier Calleja acostumbra a partir de su experiencia personal y sus recuerdos de la infancia, como si estos seres fueran pequeños avatares del propio artista. Su panteón de influencias empezó a formarse en su juventud con los dibujos animados y tebeos más vistos en los años setenta y ochenta, sobre todo el manga Mazinger Z, predecesor de Goldorak y los cómics del español Francisco Ibáñez.
Por otra parte, el desfase entre imagen y texto que nutre sus obras, y la cohabitación de formas orgánicas y geométricas, sin olvidar el uso de colores vivos y diferenciados en los fondos abstractos, parece indicar una atracción por la pintura surrealista, con Magritte en primer lugar. Haciendo hincapié en uno de los conceptos claves que ya estaban presentes en su producción inicial, Javier Calleja juega con el humor y la sutileza a través de los efectos de escala y proporción, algo que se aprecia especialmente en la presentación global de sus pinturas y dibujos, y en la explosiva interacción entre sus dimensiones, con la constante aparición, a modo de leitmotiv, del juego entre lo pequeño y lo gigante.
No hay que olvidar tampoco los marcos de madera, de un grosor deliberadamente exagerado y anacrónico, que dibujan curvas barrocas alrededor de sus retratos de gran formato. Gracias a esta distorsión casi alucinatoria, las exposiciones de Javier Calleja forman siempre una especie de inmersión en un absurdo con raíces en la Alicia de Lewis Carroll. La obra pictórica de Calleja, en la que se entrelazan la cultura pop, el surrealismo y la sátira social, pone de manifiesto una increíble propensión a reinventarse a sí mismo. En resumidas cuentas, Calleja crea cuentos infantiles para adultos, y los dota de un sentido universal.