La revolución del mundo del perfume en un jabón sencillo y elegante.
El mítico perfume Nº5 de Chanel se presenta también en formato de pastilla de jabón. El aroma que utilizaba Marilyn Monroe antes de dormir es conocido mundialmente por el frescor y la armonía que transmiten la rosa y el jazmín. La fragancia que cumplió cien años en el mercado el pasado 2021 es la más vendida de la historia.
Su origen se remonta al año 1921 cuando Gabrielle Chanel encarga a Ernest Beaux la creación de «un perfume de mujer con olor a mujer», intenso y original. El nariz le propone una composición visionaria que apela a una utilización inédita de los aldehídos. Mademoiselle selecciona la versión número 5 de la fragancia, y decide conservar este sencillo número como nombre.
El aroma innovador del perfume, así como su nombre y su frasco, de una sencillez insólita, revolucionan la historia de la perfumería.
Al entrar en contacto con el agua, el jabón libera una espuma untuosa y ligera, que deja la piel flexible, suave y delicadamente perfumada. Un momento de serenidad impregnado con la magia de Nº5. Inspirado por la armonía sedosa de la rosa y el jazmín que componen el conocido perfume, el jabón se ha formulado para revivir con sensualidad y suavidad el bouquet floral de N°5.
“El arte de perfumarse: Los aromas de Nº5 se expresan en el corazón de un ritual de perfumado completo. Una composición en torno a tres instantes para el baño, el cuerpo y los sentidos. El baño invita a un instante de relajación y de abandono, mecido por el aroma de la fragancia, para una inmersión total en el universo de Nº5. Los productos hidratantes para el cuerpo ofrecen auténticos momentos de bienestar. Como toque final, las texturas inéditas, deliciosas y sensoriales despiertan los sentidos. Acto inicial del ritual del perfumado, el jabón perfuma la piel con suavidad”.
Además, cada producto de Chanel se presenta en un formato elegante pero respetuoso con el medioambiente: se ha eliminado todo el plástico y los estuches y las bolsas son reciclables. Están fabricados con un 40% de materiales reciclados y un 60% de papel procedente de bosques gestionados de forma sostenible, así como con tinta y pegamento a base de agua. Las bolsitas son de algodón 100% orgánico.
Fotografías de Daniela Brazon Gutierrez